miércoles, 22 de abril de 2015

La "Banda de los Cuatro" en Bolivia. Nacion y transparencia



Eran 4, ninguno de ellos electos por el voto popular. Actuaron por “ordenes superiores”, cambiaron la historia de la segunda mitad del siglo XX. En China, el Vaticano, en Bolivia y en otras partes de América Latina.
8 manos para despistar, engatusar y falsear.
4 para el olvido y por ahora 4 para el funesto recuerdo.

Mis primeros recuerdos de la “Banda de los cuatro” fueron del librito de Alberto Hublet (1945) que de niño,  con tozudez nos hacían leer los maestros.
Con el pasar de los años las noticias trajeron la historia de la “Banda de los Cuatro” en China y la declaración de la Teoría de los 3 mundos de Mao.
La teoría de los Tres Mundos consideraba que los Estados Unidos y Rusia constituyen el Pri­mer Mundo. Japón, Europa y Canadá el Segundo Mundo y toda Asia (con excepción de Japón) toda África y América Latina, pertenecen al Tercer Mundo
La teoría maoísta fue estrechamente discutida entre los que se consideraba lo mas selecto de la intelectualidad en esos días (Don Guillermo Bedregal Gutiérrez, Don Víctor Reinaga (maestro de vocación) Don Marcelo Quiroga Santa Cruz. Don Irineo Pimentel (padre de Don José Pimentel) al que oía secretamente en “La Voz del minero” por medio de las emisiones de Radio Illimani. La mayor parte muy cercanos a mi familia paterna.

Yo era un mozo poco discreto metido en “Las Flaviadas” de la mano de mi madre. Uno de esos sábados, sentado en la última silla, conocí por primera vez a Jaime Sáenz Guzmán, ataviado con un enorme sombrero de ala ancha, que acudía ya con tragos a la tertulia y me hablaba largamente en alemán mientras escuchaba obras de Anton Bruckner, ambos confinados en la ultima fila, porque nadie quería escucharlo. Llegaba normalmente acompañado  del maestro de anteojos enormes Don Oscar Alandia Pantoja. Supe entonces que había que llamarlo de “Pantoja” nunca de Alandia, porque me llegaba un coscorrón fenomenal.

El presidente Mao Zedong postrado, comunicó sus decisiones finales por medio de su tercera esposa, Jiang Qing, quien después de la Revolución Cultural ascendió vertiginosamente al Partido Comunista de China. Junto a la viuda de Mao, también llegaron a la máxima instancia sus más cercanos colaboradores: Yao Wenyuan y Zhang Chunqiao, y un joven casi desconocido, Wang Hongwen. Tras la muerte de Mao en 1981, los Cuatro fueron sometidos a un juicio público en el que se les acusó de numerosos desaciertos, actividades contra el partido, ataques contra la ideología del marxismo-leninismo, y delitos comunes contra sus adversarios - arrestos arbitrarios, golpizas, asesinatos, secuestros, desapariciones-  Ninguno conserva la vida.

Leí también con un asombro que aun me dura, las fechorías de la “Banda de los cuatro” en el Vaticano. Miembros del consejo de Supervisión y sobreintendencia del IOR (instituto para obras de la religión) llamado el Banco del Vaticano. El estadounidense Carl Anderson caballero supremo de los “Caballeros de Colón”, el alemán Ronaldo Hermann Schmitz del Deutsche Bank, el español Manuel Soto Serrano del banco Santander y el notario italiano Antonio María Marocco investigados aun hoy mas de 25 años luego, por supuesta violación a las normas contra el lavado de dinero, legitimación de ganancias ilícitas, envió de fondos a organizaciones políticas dudosas, fraude y dolo, causa que increíblemente aún se encuentra abierta debido a la extra territorialidad italiana del Vaticano.

En 1989; cuando algunos partidarios de izquierda tuvieron que cruzar “ríos de sangre” Don Roger Pando Viamontt, Don José Luis Paredes Muñoz (ambos compinches de la niñez) Don Jorge Torrico Arguedas y Don Edmundo Araoz, con la bendición “celeste” de Don Mauro Cuellar Caballero, en una fenomenal artimaña engatusaron a toda la nación con sus cómputos electorales malversados.
El engaño fue de tal magnitud que fueron equiparados con la “Banda de los cuatro” de China. Los vocales de la Corte Nacional Electoral eran designados directamente (como ahora) por los partidos políticos.
El “Milagro Boliviano” de hábiles y duchos abogados muy mañosos y sagaces para adulterar las cuentas, incluyó la anulación masiva de ánforas, la considerable alteración de resultados y la arbitraria asignación parlamentaria.
14 parlamentarios fueron despojados de sus curules; entre ellos Don Roger Cortez Hurtado, intelectual de gran talla, entrañable amigo y Don Víctor Hugo Cárdenas Conde, quienes en un gesto fervoroso se declararon en huelga de hambre, exponiendo sus vidas.
Aun permanecen frescas en la memoria las palabras de Cárdenas en el pleno de la cámara de diputados: “¡Ay de los que establecen leyes injustas, y determinando prescriben tiranía. Por apartar del juicio á los pobres, y por quitar el derecho á los afligidos de mi pueblo; por despojar las viudas, y robar los huérfanos!” (Isaías 10:1-3)


Su causa consiguió lo que hoy resulta ser nuevamente una utopía. En 1991 un grupo de “notables” fueron electos en el congreso con el propósito de generar la ruptura de la institución con los partidos políticos, para buscar imparcialidad y transparencia en la administración de los procesos electorales. El recuerdo y la estela de los “notables” aun nubla mis ojos. Durante mas de 10 años, mi padre presidió la sala Murillo con un recato y una sumisión a la ley memorables.

 

Durante la madrugada del 14 de Abril del 2015, el Tribunal Electoral Departamental de Chuquisaca con el beneplácito del Tribunal Supremo Electoral, sin aviso previo a los competidores resolvió que los votos para el FRI, cuyo candidato renunció, no cuenten como válidos, lo cual bajó el universo de votación computable y le dio la victoria a Esteban Urquizu de la actual agrupación de gobierno.  Creando así una nueva clase de votos: Los votos al vacío, con beneficio estadístico.

Ni la historia previa reciente, ni la huelga de los parlamentarios, ni la brega irreprochable de los “notables”, ni la sangre derramada por los mártires de Octubre pesaron en la báscula de la patria - estado actual: La imparcialidad y la firmeza en la aplicación de la ley. 
Dígnense, compatriotas, acoger con indulgencia la profesión de mi conciencia política. Conceder a la nación un gobierno eminentemente popular, eminentemente justo, eminentemente moral, que encadene la opresión, la anarquía y la culpa. Un gobierno con cortes sin sombra y magistrados justos y objetivos, que haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz.
Un gobierno que haga triunfar, bajo el imperio de leyes inexorables, la igualdad y la libertad. (Simón Bolívar, 1819)
Es que para todos, no hay patria sin independencia, no hay libertad sin educación y no puede haber nación sin transparencia electoral.

Que queremos:  TRIBUNALES ELECTORALES IMPARCIALES. 
Cuando lo queremos: AHORA CARAJO