Eran 4, ninguno de ellos electos por el
voto popular. Actuaron por “ordenes superiores”, cambiaron la historia de la
segunda mitad del siglo XX. En China, el Vaticano, en Bolivia y en otras partes
de América Latina.
8 manos para despistar, engatusar y falsear.
4 para el olvido y por ahora 4 para el
funesto recuerdo.
Mis primeros recuerdos de la “Banda de
los cuatro” fueron del librito de Alberto Hublet (1945) que de niño, con tozudez nos hacían leer los maestros.
Con el pasar de los años las noticias trajeron
la historia de la “Banda de los Cuatro” en China y la declaración de la Teoría
de los 3 mundos de Mao.
La teoría de los Tres Mundos consideraba
que los Estados Unidos y Rusia constituyen el Primer Mundo. Japón, Europa y
Canadá el Segundo Mundo y toda Asia (con excepción de Japón) toda África y
América Latina, pertenecen al Tercer Mundo
La teoría maoísta fue estrechamente
discutida entre los que se consideraba lo mas selecto de la intelectualidad en
esos días (Don Guillermo Bedregal Gutiérrez, Don Víctor Reinaga (maestro de
vocación) Don Marcelo Quiroga Santa Cruz. Don Irineo Pimentel (padre de Don
José Pimentel) al que oía secretamente en “La Voz del minero” por medio de las
emisiones de Radio Illimani. La mayor parte muy cercanos a mi familia paterna.
Yo era un mozo poco discreto metido en
“Las Flaviadas” de la mano de mi madre. Uno de esos sábados, sentado en la última silla, conocí por primera vez a Jaime Sáenz Guzmán, ataviado con un
enorme sombrero de ala ancha, que acudía ya con tragos a la tertulia y me
hablaba largamente en alemán mientras escuchaba obras de Anton Bruckner, ambos
confinados en la ultima fila, porque nadie quería escucharlo. Llegaba
normalmente acompañado del maestro de
anteojos enormes Don Oscar Alandia Pantoja. Supe entonces que había que
llamarlo de “Pantoja” nunca de Alandia, porque me llegaba un coscorrón
fenomenal.
El presidente Mao Zedong postrado,
comunicó sus decisiones finales por medio de su tercera esposa, Jiang Qing,
quien después de la Revolución Cultural ascendió vertiginosamente al Partido
Comunista de China. Junto a la viuda de Mao, también llegaron a la máxima
instancia sus más cercanos colaboradores: Yao Wenyuan y Zhang Chunqiao, y un
joven casi desconocido, Wang Hongwen. Tras la muerte de Mao en 1981, los Cuatro
fueron sometidos a un juicio público en el que se les acusó de numerosos
desaciertos, actividades contra el partido, ataques contra la ideología del
marxismo-leninismo, y delitos comunes contra sus adversarios - arrestos
arbitrarios, golpizas, asesinatos, secuestros, desapariciones- Ninguno conserva la vida.
Leí también con un asombro que aun me
dura, las fechorías de la “Banda de los cuatro” en el Vaticano. Miembros del
consejo de Supervisión y sobreintendencia del IOR (instituto para obras de la
religión) llamado el Banco del Vaticano. El estadounidense Carl Anderson
caballero supremo de los “Caballeros de Colón”, el alemán Ronaldo Hermann
Schmitz del Deutsche Bank, el español Manuel Soto Serrano del banco Santander y
el notario italiano Antonio María Marocco investigados aun hoy mas de 25 años
luego, por supuesta violación a las normas contra el lavado de dinero,
legitimación de ganancias ilícitas, envió de fondos a organizaciones políticas
dudosas, fraude y dolo, causa que increíblemente aún se encuentra abierta
debido a la extra territorialidad italiana del Vaticano.
En 1989; cuando algunos partidarios de
izquierda tuvieron que cruzar “ríos de sangre” Don Roger Pando Viamontt, Don
José Luis Paredes Muñoz (ambos compinches de la niñez) Don Jorge Torrico
Arguedas y Don Edmundo Araoz, con la bendición “celeste” de Don Mauro Cuellar
Caballero, en una fenomenal artimaña engatusaron a toda la nación con sus
cómputos electorales malversados.
El engaño fue de tal magnitud que fueron
equiparados con la “Banda de los cuatro” de China. Los vocales de la Corte
Nacional Electoral eran designados directamente (como ahora) por los partidos
políticos.
El “Milagro Boliviano” de hábiles y
duchos abogados muy mañosos y sagaces para adulterar las cuentas, incluyó la anulación
masiva de ánforas, la considerable alteración de resultados y la arbitraria
asignación parlamentaria.
14 parlamentarios fueron despojados de
sus curules; entre ellos Don Roger Cortez Hurtado, intelectual de gran talla,
entrañable amigo y Don Víctor Hugo Cárdenas Conde, quienes en un gesto
fervoroso se declararon en huelga de hambre, exponiendo sus vidas.
Aun permanecen frescas en la memoria las
palabras de Cárdenas en el pleno de la cámara de diputados: “¡Ay de los que
establecen leyes injustas, y determinando prescriben tiranía. Por apartar del
juicio á los pobres, y por quitar el derecho á los afligidos de mi pueblo; por
despojar las viudas, y robar los huérfanos!” (Isaías 10:1-3)
Su causa consiguió lo que hoy resulta ser
nuevamente una utopía. En 1991 un grupo de “notables” fueron electos en el
congreso con el propósito de generar la ruptura de la institución con los
partidos políticos, para buscar imparcialidad y transparencia en la
administración de los procesos electorales. El recuerdo y la estela de los
“notables” aun nubla mis ojos. Durante mas de 10 años, mi padre presidió la
sala Murillo con un recato y una sumisión a la ley memorables.
Ni la historia previa reciente, ni la
huelga de los parlamentarios, ni la brega irreprochable de los “notables”, ni
la sangre derramada por los mártires de Octubre pesaron en la báscula de la
patria - estado actual: La imparcialidad y la firmeza en la aplicación de la
ley.
Dígnense, compatriotas, acoger con
indulgencia la profesión de mi conciencia política. Conceder a la nación un
gobierno eminentemente popular, eminentemente justo, eminentemente moral, que
encadene la opresión, la anarquía y la culpa. Un gobierno con cortes sin sombra
y magistrados justos y objetivos, que haga reinar la inocencia, la humanidad y
la paz.
Un gobierno que haga triunfar, bajo el
imperio de leyes inexorables, la igualdad y la libertad. (Simón Bolívar, 1819)
Es que para todos, no hay patria sin
independencia, no hay libertad sin educación y no puede haber nación sin
transparencia electoral.
Que queremos: TRIBUNALES ELECTORALES IMPARCIALES.
Cuando lo
queremos: AHORA CARAJO