martes, 7 de junio de 2016

El dia en el que Bolivia descubrio que el Silala no era un "rio"




Las aguas del Silala nacen de una veta acuífera de 87 vertientes rodeadas por macizos volcánicos (entre 22º8" de latitud sur y 68º30" de longitud oeste del M. de Greenwich). 5 montañas volcánicas dan a luz sus aguas como en una cruz celta,  todas en territorio boliviano. Las quebradas que se formaron por la erosión permanente producida por aguas fluvio-glaciales y meteorización mecánica, tienen origen aluvial cuya formación podría remontarse a unos 10.000 años a.c.

En la región del Quetena no se manifiesta ninguna actividad fluvial activa nativa, Esto indica que estas quebradas no han recibido desde su formación, ningún flujo notorio de un río. En otras palabras, las aguas no corren hacia ningún lugar. Antonio Bazoberry Quiroga y sus colaboradores fueron quienes develaron por primera vez esta inocultable evidencia en un texto fundamental “El mito del Silala” “No se puede desviar un río que no existe.... “El concepto de río de curso sucesivo no es aplicable, básicamente, debido a que no existe un flujo que genere una corriente de agua a través de algun curso”....”El concepto de curso contiguo, tampoco es aplicable” (Bazoberry, Antonio – El mito del Silala - Noviembre 2002)



 


En el pais, las acciones de política interna y diplomática respecto a su clasificación y catalogación hasta el año 2010, fueron tan improvisadas como la teoría chilena de que el Silala es un “rio de curso natural”.
El 18 de Octubre de 1940, los miembros de la comisión permanente de fiscales de la magistratura paceña ante una denuncia del ciudadano Pablo Budain por el uso ilegal y gratuito de las aguas bolivianas, “desestimaron competencia en la materia al considerar que no puede intervenir en el asunto bajo ningún concepto, porque tendría que definir derechos primordiales que afectan al interés privado” (Don Gaston Velasco – Accion Maritima)

Jaime Aparicio Otero, vice-canciller declaraba (El Diario 23/3/1997) “El asunto Silala, constituye un problema de derecho privado que no compete a los gobiernos de ambos países”. El ex – canciller Antonio Aranibar en 1996 aseguraba “El Silala era un río que tiene su origen en una vertiente que brota al pié del cerro del mismo nombre en Bolivia e ingresa posteriormente a Chile, y que Bolivia es dueña del curso superior de ese río y Chile del curso inferior”. (Comunicado de la Dirección General de Información Diplomática de Bolivia – 7/V/1996)

Teodosio Imaña-Castro, entonces presidente de la Comisión Nacional de Soberanía y Límites de la Cancillería boliviana: "El curso del río Silala, corre de este a sudoeste, hacia territorio chileno. Tiene sus nacientes detrás del cerro Silala, en vertientes o surgentes de agua. Las normas del derecho Internacional regulan con toda claridad respecto a ríos de soberanía sucesiva, o curso sucesivo internacional” (Aguas del Silala, Boletín Extraordinario, cancilleria boliviana, 1997)

En respuesta Antonio Bazoberry Quiroga publicaba: “Silala: ni internacional, ni río”
(La Razon -16/06/99)

El actual canciller boliviano calificó de “deuda historica” la de Chile con las aguas del acuifero cuando apadrinó el pre – acuerdo entre Hugo Fernandez Araoz de Bolivia y Alberto Van Klaveren de Chile (21/11/2009) que establece el compromiso de Chile de pagar por el 50 por ciento del uso de las aguas de curso internacional. Punto 11, Agenda de los 13 puntos. El acuerdo preliminar del 28 de Julio del 2009  establecía:  “El presente Acuerdo considera el volumen de agua del sistema hídrico del Silala o Siloli que fluye superficialmente a través de la frontera desde el Estado Plurinacional de Bolivia hacia la República de Chile” y adjunta conceptos tan irreflexivos (avalados por la cancillería boliviana) como el articulo 3: “Por el presente Acuerdo se establece que las aguas de libre disponibilidad de Bolivia y captadas en su país podrán ser conducidas para ser aprovechadas en Chile”  (Comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia - 4 de Agosto 2009)  Felizmente, el Comité Cívico Potosinista (Comcipo), en cuyo territorio nace el manantial, se opuso al acuerdo inicial (3/10/2010) cuyo borrador finalmente nunca fue firmado.

Adres Soliz Rada (exministro de Hidrocarburos, 2006) publicaba en esos dias "Si esas aguas no fueran artificialmente canalizadas, se insumirían en el suelo arenoso de la región. Al canalizarlas, las compañías se han beneficiado con 18.000 Mts 3 de agua por día, regalo que el vicecanciller Fernandez Araoz prolongará en el próximo lustro; 6.570.000 Mts 3 por año y 32.850.000 Mts 3 en cinco años". (Revista Patria Grande, Año 2, Numero 10, Enero 2009)
  
                                                                      Patria Grande




Fue un patriota tarijeno Arturo Liebers Baldivieso en la legislatura del 2009 quien en una brillante participacion (en el curso de una interpelacion del senado a la cancilleria boliviana) determinó la estrategia “del cambio de enfoque del Silala” retirando todo “derecho” a Chile y la modificacion consecuente de la “aberracion politica y diplomatica” de los acuerdos binacionales previos. Los reconocimientos, un poco tardios llegaron despues “Advertí la pertinencia de las observaciones del senador Liebers, hecho que suscitó mi decisión irrevocable de encarar con firmeza y determinación la superación de semejante aberración que afectaba gravemente al interés nacional.” (Antonio Aranibar, Los Tiempos 10/01/2016)

Hay magnificos estudios de autores bolivianos que evidencian la virtual ceguera boliviana al respecto:  “La geofagia insatisfecha y el convencimiento de que las clases dirigentes bolivianas no opondrían ninguna resistencia [...] indujeron a Chile a seguir recorriendo, sistemáticamente, los hitos fijados en el Tratado de 1904, hasta apoderarse de la totalidad de los colosales bofedales en las nacientes de los grandes ríos que irrigaban el altiplano occidental: Todos Santos, Lauca, Silala, y otros. Depredaron los depósitos de azufre ubicados al oriente de la nueva línea de fronteras: Juriques, Licancábur, Jorgencal, con todos los volcanes ubicados en dicha línea; al igual que desviaron todas las corrientes de agua hacia los territorios depredados, apoderándose además de todos los cerros mineralizados. Algo nuevo y fatídico es que Chile está dando concesiones a empresas que usan la lixiviación con cianuro, y las aguas que no desvió corren el peligro de contaminarse con este peligroso veneno. Esta vandálica usurpación sólo fue posible con la complicidad de la Cancillería Boliviana, especialmente de sus Comisiones de Límites” (Guillermo Rosso Mendieta - Anomalías en los Hitos y cordones de la frontera entre Bolivia y Chile. Infome técnico del senado boliviano, Mayo - 1994)

Hoy por hoy, hasta los historiadores chilenos reconocen que el Silala es un manantial y no un rio “Sobre todo Bolivia debe insistir en sus reclamos por el derecho que le da tener en su territorio un manantial como el Silala y no un Río Internacional que lo que Chile quiere para consolidar el robo indiscriminado de esas aguas. Una vez más la inteligencia de la geopolítica de mi país se movió para anticiparse a los hechos y contando con el silencio cómplice de las autoridades bolivianas, comenzó el robo indiscriminados de las aguas que son un recurso natural invalorable.” (Cástulo Martínez – Las aguas del Silala, Crónica de un despojo - 2002)

La resolución chilena de iniciar una nueva causa internacional fundamentada en las aguas del Silala sin duda cumple el aforismo de que “la mejor defensa es el ataque” y es una habil y casi exasperada maniobra de La Moneda, en el intento de buscar mejor fortuna, unas semanas antes de presentar su contramemoria,  en la demanda boliviana en La Haya. Y los argumentos nacionales tendrán que considerar, la ingenuidad y la amnesia boliviana que 112 años sostuvo que los manantiales solo fueron (como sugiere el estado chileno) un imaginario “rio internacional”