Los ciudadanos comunes y corrientes, esos que transitamos de a pie el paisaje de la patria hemos sido pulverizados a lo largo de las ultimas semanas con una inverosímil cronología que pinta y retrata la figura de la primera figura política del estado. El escándalo político (Wikipedia) se presenta como un fenómeno que incluye a un líder político o a un grupo de políticos, acusados de realizar prácticas poco éticas o corruptas. Dichas prácticas tienen lugar originalmente en secreto y se convierten en tumultos escandalosos de indole político al recibir una inesperada atención mediática.
El “Capital Simbólico” de un líder es su reputación
para el ejercicio del poder, y la confianza de los ciudadanos en ese
“Capital” viene a ser una forma de interacción y de ejercicio social en el
desempeño de su gobierno. En nuestras sociedades modernas, la confianza es lo
único que permite la verdadera gobernabilidad. La confianza y la reputación
siguen siendo las bases de la política. (Thompson, J. B, 2001).
Las
transgresiones de un dignatario de estado siempre vienen precedidas por
habladurías y rumores, que si adquieren un carácter público y vulneran
los códigos morales, terminan en un escándalo. Esa acción implica el atropello de ciertos valores, normas o códigos morales, un perjuicio hacia
los intereses públicos, la corrupción financiera y la violación implícita de
las reglas del ejercicio del poder político. (J. Camilo Estrada, 2010)
Vivimos en un tiempo en que la experiencia
privada de tener una identidad personal se ha convertido en una fuerza política
de grandes dimensiones. Asuntos que en otras épocas se inscribían más bien en
el ámbito privado, que incluso se clausuraban en la intimidad, como el género, la
condición sexual, las identidades o la experiencia religiosa, irrumpen en la
escena pública con toda su fuerza e inmediatez. (Giddens, A.,
1993)
El concepto es claro y sencillo y no es el hallazgo imaginario de
ningún cronista.
Lo curioso de este tema es la participación
multitudinaria de desaprensivos “opinadores oficiales” y "celestinos" sobre el
embrollo, complicando aun mas el Capital Simbólico del primer mandatario, hoy
muy encogido en las áreas metropolitanas.
7 ministros de estado. El señor
Vicepresidente, el fiscal general. Cuanta entidad, sociedad u “Organización
Social” existente, tías de cariño y consanguíneas, dueñas de casa,
anticresistas y parientes familiares, deudos y allegados, alcaldes y
concejales, diputados y senadores, chóferes y notarios, chinos y orientales,
defensores y corregidores, agentes y emisarios, amigos y adversarios… “Hoy
resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, Ignorante sabio o chorro
generoso o estafador” …. hasta el monseñor Sergio Alfredo Gualberti entremetió su cucharita …. “da lo mismo que sea cura, colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.” (las comillas por Enrique Santos Discepolo 1935)
En estos últimos años, las transgresiones no solo
apuntan a las conjeturas del presunto descendiente del mandatario, sino también
a una innumerable suma de materias censurables que apuntan a la empresa china
estatal CAMCE, (cuyas acreditaciones nunca fueron visadas por la cancillería)
a sus ilimitadas y desconocidas subsidiarias, al olvidado y vergonzoso
desfalco del FONDIOC, al inexplicable y bochornoso escándalo de
Chaparina, A las inexistentes credenciales universitarias del segundo hombre
del país, la inmutable designación del Contralor de Estado que mantiene su
designación inconmoviblemente (a pesar del vencimiento de su periodo y de
su interinato) a los contratos poco transparentes otorgados sin
licitaciones abiertas con los dineros públicos, a los inconsistentes
testimonios segregacionistas del canciller del estado quien solo
quiere ver “cara oscuras” en la administración del estado, a las delirantes
declaraciones publicas que predicen la rotura del sexto sello de
la Apocalipsis si la consulta popular resultare adversa (como fue) a
la administración del gobierno - el sol se puso negro como tela de silicio,
y la luna se volvió toda como de sangre; y las estrellas del cielo cayeron
sobre la tierra -
Al indisimulable deseo de mantener alejado a los tan
exitosos voceros del asunto marítimo (solamente por dudas y recelos de
que les hagan sombra), a la inadmisible aprobación - redactado en ingles y sin
texto traducido - por parte de los legisladores de un convenio de crédito con el
EXIMBAC chino y a la atolondrada maniobra del “periodo adicional” en un “segundo tiempo” tras la descomposición inicial del referéndum,
en el intento inexcusable de mantener el ejercicio del gobierno sin plazo
determinado.
Hay una monumental brecha entre el presidente
Morales del año 2004 y el líder actual con un Rolex en la muñeca y un
Smartphone en el bolsillo desde “su instrumento de trabajo” la cabina exclusiva
del Falcon 900 EX EASY de 38,7 millones de dólares. En verdad quien vivió
el proceso de cambio fue el presidente Morales y su tan extravagante entorno,
más que el pueblo boliviano
Nosotros, los ciudadanos comunes y corrientes, esos
que transitamos de a pie el paisaje de la patria habitantes propios de un
territorio geográfico al que nos gusta nombrar como a una “pintoresca
anomalía” deberemos tratar de sacar de nuestro “indio interior” la idea de que esta,
mis amigos, es la tierra, el suelo, el país, el pueblo, el estado y la nación
de todos.