viernes, 28 de febrero de 2020

LA IMAGINARIA QUIMERA DEL SILALA





El año 2020, el ministerio de relaciones exteriores de Bolivia vulnerando parcialmente el artículo 53 del Estatuto del Código Procesal Internacional efectivo en la corte penal internacional de Justicia, hizo públicos algunos detalles de la causa boliviana en contra de Chile del ultimo día de  Agosto del 2018, en relación al litigio internacional del Silala que se ventila en la corte de “La Haya”,

La gran paradoja de las poco virtuosas relaciones exteriores bolivianas de acuerdo a lo revelado con posterioridad, se inició formalizando el acuerdo previamente suscrito entre Evo Morales Ayma  y Michelle Bachelete Jeria del 17 de Julio del 2006 conocido aun como la ¨Agenda de los trece puntos¨ 
Bolivia resolvió entonces exigir  unilateralmente su "derecho a decidir" sobre un cauce de caracter acuifero en su territorio patrio que tiene "un flujo artificial" sobre el que "Chile no tiene derecho" Exigiendo "una compensación económica que debe ser pagada" tras décadas de aprovechamitento de estos recursos de origen boliviano para fines industriales "sin compensación alguna". Las aguas del Silala de acuerdo a lo expresado por Bolivia nacerían en el vicecantón Quetena, (Sud Lípez del Departamento de Potosí). Se tratarían de 200 litros por segundo usados diaria e irregularmente por Chile para el consumo de poblaciones como Calama, Tocopillan y otras. "Los recursos hídricos tendrían origen fósil y se originarían en un sistema de 94 ojos acuosos que se reunen en un ducto principal, que ingresan a territorio extranjero por medio de canalizaciones realizadas por Chile desde el año 1884". 
El 31 de Agosto del 2018, inesperadamente, Bolivia instala "tres contrademandas a la causa chilena previamente establecida invocando reclamos en asuntos territoriales autónomos previamente inexplorados o no consensuados preliminarmente entre las partes en el año 2011" (Beatriz Michel Rico – La verdad detrás de la actual demanda marítima - 2016)
El tiempo, la ligereza, los enigmáticos y sobrecogedores cambios en la diplomacia boliviana y otros numerosos factores, han dejado en el olvido a miles de páginas de investigación previa por parte de numerosos autores que intentaremos refrescar en esta nota.
Si los bofedales del Silala fueran un rio; las obras de la mampostería de piedra labrada, las pequeñas y medianas acequias, los conductos de rocas de pizarra con arcilla y limo, los desagües y taludes subterráneos, las obras de cause y los vertederos existentes en el área no fueran necesarias. El agua transcurriría espontánea y naturalmente hacia tierras mas bajas y lo hubiere hecho desde hacen siglos sin intervención humana.
Las conjeturas chilenas de que en el área del Quetana existían cuantiosos recursos hídricos provinieron de dos orígenes, muchos años antes de la invasión chilena a Bolivia: Del contrato con el geólogo francés Pierre Joseph Aimé Pissis quien al concluir su misión para el gobierno boliviano y en su retorno a Europa fue comprometido por el gobierno de Chile. Su relación con el gobierno chileno se extendió por 20 años y se inició el 10 de Octubre de 1848.  Custodiado por fusileros, recorrió palmo a palmo no solo el territorio chileno sino también, sin ataduras y libremente, el territorio boliviano como lo atestigua su texto “Geografía física de la república de Chile” (Instituto Geográfico de Paris – Ch. Delagrave - 1875) que se constituye en un importante antecedente de la avidez chilena por los recursos acuíferos bolivianos. Sus reportes fueron especialmente valiosos por las descripciones de los ríos Lauca, Caquena y Uchusuma a los que posteriormente Chile desvió - hasta el día de hoy - sin la anuencia boliviana. Y de los contradictorios estudios patrocinados por Santiago del ingeniero ingles de ascendencia neozelandesa Josiah Harding  publicados en el trabajo “El desierto de Atacama, Bolivia” (Journal of the Royal Geographical Society, 1877 - Vol. 47)  
En 1886, Josiah Harding, sin autorización del Gobierno de Bolivia, procedió a excavar zanjas con pendiente, para hacer posible el escurrimiento de aguas inmóviles de los bofedales y llevarlas al “nuevo” territorio chileno para el llenado de los calderos de las locomotoras de vapor" (María Piedad Allende Edwards - Historia del Ferrocarril en Chile – Santiago - 1993)

Si la versión chilena de un rio internacional tuviera algún fundamento, ¿porque el 4 de Julio de 1908, The Antofagasta (Chili) and Bolivia Railway Company Limited, - antes la Compañía Huanchaca de Bolivia de la que fue accionista mayoritario Aniceto Arce, entre otros empresarios bolivianos-  solicitó el uso de esas aguas al gobierno de Bolivia? si podía simplemente usarlas en su territorio sin autorización boliviana. Si se trataban de aguas de “curso internacional”.
¿En qué lugar esta empresa obtenía las aguas para el uso de las locomotoras y para la provisión de agua potable (como negocio adjunto) de las ciudades de Antofagasta, Mejillones, Calama y Topopilla? 
¿En territorio chileno? No, en territorio boliviano.

La actitud de los funcionarios bolivianos sobre el asunto a lo largo de los años ha sido peculiarmente inusitada. Teodosio Imaña-Castro, entonces presidente de la Comisión Nacional de Soberanía y Límites de la Cancillería boliviana asegurara que: "El curso del río Silala, corre de este a sudoeste, hacia territorio chileno. Tiene sus nacientes detrás del cerro Silala, en vertientes o surgentes de agua. Las normas del derecho Internacional regulan con toda claridad respecto a ríos de soberanía sucesiva, o curso sucesivo internacional” (Aguas del Silala, Boletín Extraordinario, cancilleria boliviana, 1997) 
En respuesta Antonio Bazoberry Quiroga publicara: “Silala: ni internacional, ni río” (La Razon -16/06/99)

Como parte de esta presuntuosa narrativa comarcal de Bolivia sobre el asunto, el vice presidente del estado, David Choquehuanca Cespedes (en ese momento canciller - aun estudiante del primer año de filosofía de la normal Simon Bolivar y portador de un remoto grado de la  escuela nacional de cuadros Niceto Perez de Cuba) calificó de “deuda historica” la de Chile con las aguas del acuifero cuando apadrinó formalmente desde la cancillería boliviana el pre – acuerdo entre Hugo Fernandez Araoz de Bolivia y Alberto Van Klaveren de Chile (21/11/2009) que establece el compromiso de Chile de pagar por el 50 por ciento del uso de las aguas de curso. Punto 11, Agenda de los 13 puntos.
Por increíble que parezca, el acuerdo preliminar del 28 de Julio del 2009  establecía:  “El presente Acuerdo considera el volumen de agua del sistema hídrico del Silala o Siloli que fluye superficialmente a través de la frontera desde el Estado Plurinacional de Bolivia hacia la República de Chile” y adjunta conceptos tan irreflexivos (avalados por esa congregación autóctona de funcionarios de la cancillería boliviana) como el articulo 3: “Por el presente Acuerdo se establece que las aguas de libre disponibilidad de Bolivia y captadas en su país podrán ser conducidas para ser aprovechadas en Chile” (Comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia - 4/08/2009)  
Inconcebiblemente, el entonces primer mandatario boliviano Evo  Morales declaró públicamente luego: Mi deseo es que no haya ni ganadores, ni perdedores en esta demanda¨, y añadió que lo importante es que prime el diálogo. (Carmen Esquivel – 30/09/2018 – Diario CoLatino – La Habana)

Felizmente, el Comité Cívico Potosinista (Comcipo), en cuyo territorio nace el manantial, se opuso al acuerdo inicial (3/10/2010) cuyo borrador finalmente nunca fue formalizado.
Andres Soliz Rada (exministro de Hidrocarburos, 2006) publicaba en esos días "Si esas aguas no fueran artificialmente canalizadas, se insumirían en el suelo arenoso de la región. Al canalizarlas, los chilenos, se han beneficiado con 18.000 Mts 3 de agua por día, regalo que el vicecanciller Fernández Araoz prolongará en el próximo lustro; 6.570.000 Mts 3 por año y 32.850.000 Mts 3 en cinco años". (Revista Patria Grande, Año 2, Numero 10, Enero 2009)

Fue el patriota tarijeno Arturo Liebers Baldivieso en la legislatura del 2009 quien en una brillante participación (en el curso de una interpelación del senado a la cancillería boliviana) determinó la estrategia “del cambio de enfoque del Silala” retirando todo “derecho” a Chile y la modificación consecuente de la “aberración política y diplomática” de los acuerdos binacionales previos. 
Los reconocimientos, un poco tardíos llegaron después “Advertí la pertinencia de las observaciones del senador Liebers, hecho que suscitó mi decisión irrevocable de encarar con firmeza y determinación la superación de semejante aberración que afectaba gravemente al interés nacional.” (Antonio Aranibar, Los Tiempos 10/01/2016)

Deben leerse los magníficos estudios de autores bolivianos de la época republicana que evidenciaron, sin éxito, la virtual ceguera boliviana al respecto:. “Algo nuevo y fatídico, es que Chile está dando concesiones a empresas que usan la lixiviación con cianuro, y las aguas que no desvió corren el peligro de contaminarse con este peligroso veneno. Esta vandálica usurpación sólo fue posible con la complicidad de la Cancillería Boliviana, especialmente de sus Comisiones de Límites” (Guillermo Rosso Mendieta - Anomalías en los Hitos y cordones de la frontera entre Bolivia y Chile. Informe técnico del senado boliviano, Mayo - 1994)

Hay una gran posibilidad de que los argumentos del fallo de "La Haya" en el presente caso, sean una vez mas adversos para Bolivia. Es probable que la kakistocracia (1944) de las últimas gestiones diplomáticas bolivianas con Chile conducidas bajo la inspiración de la doctrina ¨plurinacional" hayan acentuado todavía mas, el sufrimiento de un pueblo mutilado hasta la medula, que ha renunciado ya definitivamente a soñar con su principal utopía nacional. El mar.