30 DE
SEPTIEMBRE DEL 2018
La Haya es la ciudad que cobija a todas las legaciones diplomáticas del
mundo en el Reino de los Países Bajos. Alberga 14 organismos internacionales que
funcionan en su calles que suelen estar colmadas de funcionarios de todas las
nacionalidades. En el corazón de la ciudad,
el Tribunal Internacional de Justicia ocupa casi toda una manzana, una
inmensidad de arboles antiguos custodian el ingreso como en un carrusel al que
nadie puede ingresar sin autorización previa.
El domingo, muy
temprano en la mañana, el presidente boliviano aterrizo en una sección militar
del aeropuerto de Rotterdam. Viajaba con
el ministro Héctor Arce y apenas toco tierra, personal de las relaciones
exteriores holandés y una somnolienta
comitiva boliviana encabezada por Eduardo Rodríguez Velze, Sacha Llorenti, Gisela López ministra de
comunicación y Emerson Calderón Guzmán secretario general de Diremar le dieron
la bienvenida. Estaba tan entusiasmado que
antes de aterrizar, desde el avión,
grabo un video que difundió por las redes sociales: “Estoy seguro de que habrán buenas noticias
para el pueblo boliviano”. Un vehículo color ceniza claro con placa de control
SR- 879-V lo esperaba y escoltado por un
par de motocicletas lo condujo a su hotel y luego a la embajada de Bolivia con
objeto de reunirse con el resto de la delegación y parte del equipo jurídico
Antes de salir del país decía públicamente “Nuestro
reencuentro con el mar no solo es posible, sino inevitable”.
La mayor parte
de la numerosa delegación boliviana se hospedó en el hotel Crown Plaza donde el
primer mandatario boliviano es considerado un visitante VIP debido a que sus
instalaciones fueron convertidas varias veces en el cuartel general de la causa
marítima, en Marzo del 2018 por ultima vez. Una gran cantidad de medios
bolivianos destacaron corresponsales para el evento. Los reporteros bolivianos
y chilenos en el vestíbulo compartían café, caramelos y hasta unos
sándwiches. Se escucho decir que un cronista
enviado por un diario de circulación nacional boliviano fue detenido en
Ámsterdam por una confusión en los datos de su visa y que personal del
ministerio de comunicaciones en el mismo vuelo cooperaron, en ingles, con el
agente de migración para permitir su ingreso. Domingo casi lluvioso, las calles
estaban desiertas. Los chips para los teléfonos celulares eran difíciles de
conseguir y sus instrucciones en danés complicaban su instalación.
Durante la
mañana, el primer mandatario participó de la reunión con el personal jurídico
que representó a Bolivia, Ramiro Brotóns a la
cabeza. A cargo de la demanda desde el
2011, abogado la universidad de Bolonia y profesor de derecho
internacional público en la Universidad Autónoma de Madrid, Brotóns acarrea experiencia
en litigios en la Corte Internacional de Justicia. Fue abogado de Nicaragua en
la demanda contra Colombia por los archipiélagos de San Andrés, Santa
Catalina y Providencia, pero la CIJ favoreció a Colombia. Tampoco tuvo fortuna
cuando representó a Argentina en el juicio contra Uruguay por la planta de
celulosa que se instaló sobre el río Uruguay. El tribunal de la corte
internacional de Justicia emitió un fallo a favor del Uruguay.
EL ALMUERZO
Al medio día el
presidente, invitó a toda su comitiva a compartir una “comida marina” en el “Simonini” un
autoservicio popular donde almorzó con todos sus invitados. El brindis partió
de la mesa presidencial “ La comida llegará casi con un pie en la playa” a lo
que el presidente boliviano replico “ En esa playa” . “Por el fallo de mañana”. ¡Salud! “Para
que no falle mañana”. En
medio de los lamparones de pesca que adornaban el lugar, con una copa en mano, se
repartieron abrazos y fotografías entre los funcionarios, los periodistas y los
allegados. Mas tarde Carlos D. Mesa, mientras caminaba por la calle en los
alrededores del hotel se detuvo a conversar con la prensa chilena y a expresar que
“se trata de un momento genuinamente histórico”. Luego manifestara en un medio
televisivo boliviano: “Este es un momento fundamental en la historia
diplomática boliviana” “Bolivia descubrió el camino para romper una especie de
piedra que no pudimos superar… que era el tratado de 1904”. A la misma hora
Claudio Grossman el
agente chileno y los coagentes Alfonso Silva, y María
Teresa Infante, que es la embajadora de Chile en Holanda
paseaban por las calles de la ciudad rodeados de periodistas chilenos.
Entrada la
noche el co - agente Sacha Llorenti se planto a los micrófonos de la prensa
internacional en el lobby del Plaza y expresó “estamos a 24 horas del
fallo”. Los corresponsales esperado mas
declaraciones se quedaron con los micrófonos abiertos, la delegación boliviana
anunció un comunicado en pocos minutos pero nadie mas apareció. El presidente
boliviano solicitó una conferencia de prensa a dos medios televisivos chilenos antes de salir al tribunal al día
siguiente “cita que debía durar 7 minutos, en vivo con imágenes sin editar”, encuentro
al que finalmente nunca acudió.
Un día antes , el embajador Eduardo Rodríguez Veltze informalmente vestido en su despacho del tercer piso de la casona donde funciona la embajada de Bolivia, se declaraba “serenamente optimista”. El ambiente es angosto, los visitantes pudieron observar en las paredes, un mapa de Bolivia antes de la invasión chilena en Antofagasta. “Va a ser un acontecimiento histórico, no sólo para Bolivia sino también para Chile", afirmó.
Horas antes
había tomado el avión desde New York con el abogado Brotóns y la
ministra López y aun mantenida frescas las palabras del primer mandatario
boliviano en la asamblea general de la ONU “No es posible pensar en la vida de los pueblos sin un
acceso al mar” y la frase del ministro Arce “A partir de esa sentencia se
abrirá un proceso de integración y entendimiento con Chile”. Los
ex presidentes bolivianos y el personal de abogados estuvieron
hospedados en el Carlton Ambassador. A
la hora de la cena un redactor boliviano escucho de boca del ex presidente
Guido Vildoso quien cenaba en solitario en el comedor del hotel, un memorable
argumento sobre la historia de la ocupación chilena al territorio patrio.
30 de
Septiembre del 2018. El manto de una noche honda y oscura cayo sobre la ciudad.
Al presidente le fue muy difícil conciliar el sueño. Tan habituado está a que todas las decisiones pasen por sus manos, que esa noche le asaltó el temor que algún detalle le haya pasado inadvertido. Acostado ya, resonaron en su cabeza las frases de su inseparable compañero David Choquehuanca Céspedes quien fuera su “hermano” canciller hasta hacen unos meses ausente en La Haya por razones desconocidas. “Hay un solo Fidel, un solo Gandhi, un solo Mandela y un solo Evo”. Temprano en la mañana inició su rutina de ejercicios en el Spa del hotel, periodistas chilenos solicitaron registrar su visita, el accedió y en un lenguaje indescifrable invitó al reportero chileno a acompañarlo en el trote matutino del día siguiente, lo que no sucedió.
La lectura de la sentencia final del fallo No 49 de 1 de Octubre de 2018, del tribunal de la CIJ de La Haya dejó a Bolivia sin ninguna “plausibilidad jurídica” en cuanto a la “obligación de negociar con soberanía un territorio para en el océano pacifico” La corte concluyó que no existe ningún compromiso, ningún punto de acuerdo o desacuerdo legal sobre el tema y que estos propósitos por parte del estado chileno pueden ser considerados solamente como un “deseo de negociar”. La televisión enseñó generosamente las imágenes de los rostros de la delegación boliviana que se fueron transformando dramáticamente en cuanto escucharon el dictamen.
Luego del fallo dentro del Palacio, la delegación boliviana analizó la posibilidad de abandonar el recinto sin emitir declaración alguna, pero al final destinaron el tiempo en traducir el párrafo 176 del resumen y sujetarse a la última ilusión de volver al Pacífico: Invocar la buena voluntad chilena. 40 interminables minutos demoraron en aparecer. Ajenos al desconsuelo, los 8 automóviles de la comitiva se instalaron en la puerta inclementemente, el jefe de estado con las manos en los bolsillos tuvo que sortearlos, bajar unas escaleras para difundir a la prensa en la mas apesadumbrada declaración publica que le toco efectuar. “Bolivia nunca va a renunciar (a) su enclaustramiento” Los ex presidentes actuaron de hidalgos caballeros escoltándole los flancos mientras se retiraba. Luego ordenó dirigirse aeropuerto sin retirar sus enseres personales, pero lo convencieron de que era mejor ir al hotel para iniciar el viaje de vuelta.
El resto de la delegación se trasladó hacia la embajada de Bolivia, el ambiente era el de un velorio, los miembros de la comitiva subían y bajaban buscando explicaciones. Se ofrecieron bocadillos en fuentes prolijamente presentadas sin que hubiesen comensales. Una conferencia de prensa fue ofrecida por el agente Rodríguez Velze en compañía de Sacha Llorenti, Jorge Quiroga y Carlos Mesa. El panel reconoció que no era el fallo que esperaban, y que ahora se deben explorar nuevos caminos "No es lo que esperábamos, debemos asumir nuestra responsabilidad en lo que hicimos y no funcionó en la línea que esperábamos... La corte de ninguna manera nos ha puesto un candado”
Parte de esta crónica es ficción. Escoja usted cual
LUNES 1 DE
OCTUBRE 2018
Al presidente le fue muy difícil conciliar el sueño. Tan habituado está a que todas las decisiones pasen por sus manos, que esa noche le asaltó el temor que algún detalle le haya pasado inadvertido. Acostado ya, resonaron en su cabeza las frases de su inseparable compañero David Choquehuanca Céspedes quien fuera su “hermano” canciller hasta hacen unos meses ausente en La Haya por razones desconocidas. “Hay un solo Fidel, un solo Gandhi, un solo Mandela y un solo Evo”. Temprano en la mañana inició su rutina de ejercicios en el Spa del hotel, periodistas chilenos solicitaron registrar su visita, el accedió y en un lenguaje indescifrable invitó al reportero chileno a acompañarlo en el trote matutino del día siguiente, lo que no sucedió.
Casi a la misma hora
"Tuto" Quiroga salía a trotar, más tarde publicaría fotos suyas con un arcoíris
como una “buena señal”. La
frondosa delegación boliviana compuesta de 8 vehículos escoltados por 6 unidades de motocicletas de
la policía llego a la corte casi una hora antes. El presidente boliviano
descendió del mismo lujoso vehículo color ceniza que lo había recibido día
antes y con un saludo al publico se entremezclo en la corte. Detrás de el, y en
una caravana de vehículos oscuros, llegaron los funcionarios bolivianos.
Ninguno de los
jueces arribó en vehículo oficial, algunos portaban la peluca
en la mano y llegaron en bicicleta para aproximarse a la entrada, no
registraron escolta alguna. El agente chileno Claudio Grossman llego caminando,
un coche oscuro lo dejo en las inmediaciones, y discretamente los coagentes
fueron ingresando al palacio. Empezaba a lloviznar. Un gato negro salió del
tribunal antes del ingreso de los tribunos en una imagen que la agencia EFE
inmortalizo.
La lectura de la sentencia final del fallo No 49 de 1 de Octubre de 2018, del tribunal de la CIJ de La Haya dejó a Bolivia sin ninguna “plausibilidad jurídica” en cuanto a la “obligación de negociar con soberanía un territorio para en el océano pacifico” La corte concluyó que no existe ningún compromiso, ningún punto de acuerdo o desacuerdo legal sobre el tema y que estos propósitos por parte del estado chileno pueden ser considerados solamente como un “deseo de negociar”. La televisión enseñó generosamente las imágenes de los rostros de la delegación boliviana que se fueron transformando dramáticamente en cuanto escucharon el dictamen.
La alicaída
delegación chilena no tenia preparada ninguna declaración. Profundamente
sorprendido con el fallo, el agente Grossman alcanzo a decir “El fallo
ha sido de una contundencia innegable, este no es un triunfo para Chile, es un triunfo
para el derecho internacional”
Luego del fallo dentro del Palacio, la delegación boliviana analizó la posibilidad de abandonar el recinto sin emitir declaración alguna, pero al final destinaron el tiempo en traducir el párrafo 176 del resumen y sujetarse a la última ilusión de volver al Pacífico: Invocar la buena voluntad chilena. 40 interminables minutos demoraron en aparecer. Ajenos al desconsuelo, los 8 automóviles de la comitiva se instalaron en la puerta inclementemente, el jefe de estado con las manos en los bolsillos tuvo que sortearlos, bajar unas escaleras para difundir a la prensa en la mas apesadumbrada declaración publica que le toco efectuar. “Bolivia nunca va a renunciar (a) su enclaustramiento” Los ex presidentes actuaron de hidalgos caballeros escoltándole los flancos mientras se retiraba. Luego ordenó dirigirse aeropuerto sin retirar sus enseres personales, pero lo convencieron de que era mejor ir al hotel para iniciar el viaje de vuelta.
Al llegar
el presidente expresó a los corresponsales sin que nadie le preguntara:”El Rodríguez
Velzé dará una conferencia de prensa en la embajada, vayan allá”.
La llegada al hotel fue un tumulto, el presidente no supo como llegar a los ascensores, intensamente desorientado trató de sortear unas gigantografias que le impidieron acceder al inicio de los elevadores. La administración del hotel tampoco esperaba esa resolución, por eso instalaron los carteles en el lugar, precautelando la incomodidad de la delegación cuando retornara mucho tiempo mas tarde. La caravana se detuvo ahí, como en un rictus. La ministra de comunicación encuentró la salida en medio de los enormes letreros y señaló el camino. ”Por aquí”. Los rostros de los periodistas le consultaron casi en silencio “Estoy bien” declaró. Finalmente el avión presidencial despegó 3 horas luego, se detuvo a repostar en las islas canarias y en Brasil.
La llegada al hotel fue un tumulto, el presidente no supo como llegar a los ascensores, intensamente desorientado trató de sortear unas gigantografias que le impidieron acceder al inicio de los elevadores. La administración del hotel tampoco esperaba esa resolución, por eso instalaron los carteles en el lugar, precautelando la incomodidad de la delegación cuando retornara mucho tiempo mas tarde. La caravana se detuvo ahí, como en un rictus. La ministra de comunicación encuentró la salida en medio de los enormes letreros y señaló el camino. ”Por aquí”. Los rostros de los periodistas le consultaron casi en silencio “Estoy bien” declaró. Finalmente el avión presidencial despegó 3 horas luego, se detuvo a repostar en las islas canarias y en Brasil.
El resto de la delegación se trasladó hacia la embajada de Bolivia, el ambiente era el de un velorio, los miembros de la comitiva subían y bajaban buscando explicaciones. Se ofrecieron bocadillos en fuentes prolijamente presentadas sin que hubiesen comensales. Una conferencia de prensa fue ofrecida por el agente Rodríguez Velze en compañía de Sacha Llorenti, Jorge Quiroga y Carlos Mesa. El panel reconoció que no era el fallo que esperaban, y que ahora se deben explorar nuevos caminos "No es lo que esperábamos, debemos asumir nuestra responsabilidad en lo que hicimos y no funcionó en la línea que esperábamos... La corte de ninguna manera nos ha puesto un candado”
Un reducido grupo de
bolivianos llegó hasta la Embajada, preguntaron por la recepción a la que
los habían invitado, la respuesta de uno de los funcionarios fue que ésta se había
cancelado y que todas las
celebraciones luego del fallo fueron suspendidas. Al día siguiente el canciller
boliviano exclamara en un contacto radial desde Europa
”Bolivia no tiene nada que cumplir del fallo”
Parte de esta crónica es ficción. Escoja usted cual