lunes, 19 de octubre de 2015

La suficiencia de Carlos Mesa en TVN Chile





El Vocero Carlos Mesa invitado por (un despiste) la televisión nacional de Chile acudió en nombre de Bolivia, con un aplomo y un garbo memorables, a uno de los mas celebres alegatos de la defensa de la causa marítima del ultimo siglo.
El programa de televisión seguramente tuvo la intención de contrarrestar a los ojos de la opinión publica chilena el reciente fallo preliminar de la Corte de la Haya; y el asunto que pensaron simple y sencillo, actuó finalmente como un bumerán, dejando a la audiencia mas asombrada que entusiasmada. El entrevistador, conocido presentador y editor de noticias Juan Manuel Astorga, fue incisivo, agudo, cáustico e irónico en algún caso con el embajador boliviano y luego de la pausa como si el guante se hubiera dado vuelta pareció una acaramelada celestina tomando una taza de te, con los diplomáticos chilenos. Los tres mitos chilenos descritos por Valentina Verbal (Evolución Política – 2014) fueron desbaratados por el embajador boliviano, de un solo tortazo.

El mito de la usurpación:  Chile le hace creer a sus ciudadanos hasta hoy, que Bolivia nunca tuvo salida soberana al mar desde el tiempo de la colonia . La salida le fue concedida por el libertador Simón Bolívar luego de la independencia estableciendo el Tratado de 1866, el paralelo  24 de latitud hacia el norte (al sur de Antofagasta) como la frontera binacional. Fue el estado chileno quien el 14 de Febrero de 1879, desconoció ese tratado de1866 invadiendo territorio boliviano arguyendo  que:  “En vista de que los tratados por los cuales habían sido “cedidos estos territorios” no fueron respetados por una de las partes y, por lo tanto, quedaron nulos, permitiendo el retroceso hasta las condiciones iniciales en que fueron firmados”
Y el embajador Mesa, pese a las constantes interrupciones de Astorga; encontrado unos días luego en estado de embriaguez, por la policía chilena estropeando propiedad privada, dejo el asunto en claro.
Usurpar. (Del lat. usurpāre). Apoderarse de una propiedad o de un derecho que legítimamente pertenece a otro, por lo general con violencia. Diccionario de la Real academia de la lengua española. Es curioso mencionar que la presidenta Michelle Bachelet el 15 de Abril del 2014 expresó antes de embarcarse a La Haya que: “Nosotros respetamos los tratados internacionales, eso es un tema clarito”.  Fue una omisión del embajador Mesa no recordarle a su interlocutor el antecedente de 1879, donde fue el estado chileno (por la razón que fuere) quien desconoció unilateralmente el tratado previo, plenamente vigente como por ejemplo el de 1904, de 1866.  El fallo preliminar y la entrevista con Mesa sirvieron entre otros propósitos para desmentir en televisión nacional de Chile que Bolivia quiera modificar el Tratado de 1904, que no existan asuntos pendientes en relación al enclaustramiento de Bolivia, que la demanda de Bolivia sea una amenaza a la arquitectura internacional de fronteras (Ricardo Aguilar Agramont - 2015)

El mito de la imposición: Chile y Bolivia celebraron el 20 de octubre de 1904, un tratado de paz y amistad. El tratado fue revisado en muchas oportunidades con actas y protocolos desde 1905 hasta 1959 por ultima vez.  Nunca fue ratificado por el congreso boliviano pese a ser un prerrequisito en el ultimo acápite en su texto. El reclamo actual no peticiona por parte de Bolivia una modificación del tratado, y la respuesta de La Haya ha sido rotunda, así como la del embajador Mesa.  Bolivia respeta la Convención de Viena de 1980 y olvidan los diplomáticos chilenos la declaración formal del plenipotenciario chileno en La Paz, Abraham König del 13 de Agosto de 1900 (La Moneda aclaró posteriormente con argucia que fue inconsulta) que a la letra dicen: "Es un error muy esparcido, y se que se repite a diario, en la prensa y en la calle, el afirmar que Bolivia tiene derecho a exigir un puerto en compensación de su litoral". "No hay tal cosa. Chile ha ocupado el litoral y se ha apoderado de él con el mismo título con que Alemania anexó al imperio la Alsacia y la Lorena. “Nuestros derechos nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones". "Que el litoral es rico y valía muchos millones, eso ya lo sabíamos. Lo guardamos porque vale, porque si nada valiera no habría interés en su conservación". "Terminada la guerra, la nación vencedora impone sus condiciones y exige el pago de los gastos ocasionados. Bolivia fue vencida; no tenía con qué pagar y pagó con el litoral". "Esta entrega es indefinida, por tiempo indefinido, así lo dice el pacto de tregua indefinida; fue una entrega absoluta, incondicional, perpetua". "En consecuencia, Chile no debe nada, no está obligado a nada, mucho menos a la cesión de una zona de terreno y de un puerto".
Imponer:  (Del lat. imponĕre).Poner una carga, una obligación u otra cosa. Hacer valer su autoridad o poderío. Diccionario de la Real academia de la lengua española.
Chile probablemente nunca mas podrá argumentar (a partir de la nota publica de König Velásquez) que el  tratado de 1904 no fue impuesto. Los jueces de La Haya en una relación de 14 a 2 opinan inicialmente que es procedente discutir la demanda boliviana y esta es un antecedente histórico para Bolivia y un hecho poco menos que bochornoso para la diplomacia chilena, sea cual fuere el ángulo con el que se mire. Finalmente la idea de soberanía, importa poco ahora su interpretación, fue una promesa formal chilena, no una petición boliviana. Y para asombro de Juan Manuel Astorga y del publico televidente, el vocero boliviano dejo en claro con prestancia, el fondo del asunto. Desafortunadamente el embajador Mesa no rememoró la propuesta de Perú en 1975 - 1978 sobre la soberanía y que obviamente cuenta con su beneplácito  (Lagos Erazo Jaime  -  Santiago - 2013, Carlos Alberto Bustos, Santiago - 2004)  que a la letra dice: a) que el corredor terrestre tenga soberanía compartida de los tres países, b) que Bolivia tenga derecho a construir un puerto bajo su exclusiva soberanía, c) que el mar adyacente al territorio de soberanía compartida sea de soberanía exclusiva de Bolivia, y d) que en el puerto de Arica exista una administración tri nacional,  porque solo esa mención hubiera indispuesto hasta el vahído a los emisarios chilenos presentes en el foro.



El mito de la intransigencia:
El único fallo de una corte internacional sobre la mediterraneidad boliviana antes de el de La Haya,  fue el del 22 de Septiembre de 1921 cuando la Liga de las Naciones acepto la “segunda  demanda” (la primera nunca fue presentada oficialmente) de la revisión del tratado de 1904 con un emotivo requerimiento de la pluma del propio Franz Tamayo: “Bolivia soporta, desde hace medio siglo, el pesado fardo de la derrota. Es un país mas grande que Francia y se encuentra hoy reducido a un estado de semi independencia”
Y el argumento chileno de entonces fue el mismo que para estos días:  “Chile no considera a la Asamblea (Liga) de las naciones como competente como conocer la revisión del tratado de 1094” siguiendo la tradición insana y despectiva vigente hasta hoy de La Moneda de dar la mano para esconderla luego.
Los jueces establecieron entonces que …”tal y como ha sido presentada la demanda de Bolivia, es inadmisible, porque la Asamblea de la Liga de las Naciones no puede modificar por sí misma ningún pacto y porque la revisión de los Tratados es de la sola competencia de los Estados contratantes”
La intransigencia no es una fantasía, es una realidad que el pueblo de Bolivia conoce por mas de un siglo. La diplomacia chilena conocedora de los vaivenes de la política boliviana se enmarcó en una estrategia bastante simple: No hay presidente boliviano que dure mas de 10 meses; así que para apaciguar a esos “pobres indiecitos, hermanos gemelos de los peruanos” (Jaime Bayly - 2012)  “Bolivia es país salvaje, un absurdo geográfico” (Carlos Badia Malagrida  - 1919) vamos a ofrecerles soluciones a largo plazo que requieran complejas operaciones y el consentimiento de Perú, de tal manera que en unos pocos años retomaremos las negociaciones cada vez con un nuevo mandatario.
La estrategia funcionó por casi un siglo. A excepción del gobierno militar de Banzer y de las abrumadoras victorias del presidente Morales que le permitieron mantenerse a la cabeza del estado en Bolivia, la maniobra chilena aun seguiría vigente.
El tono que ha asumido Chile en este procedimiento es menospreciar estas genuinas pretensiones de Bolivia (Payam Akhavan, magistrado de la delegación boliviana en La Haya)
Transigir: (Del lat. transigĕre). Ajustar algún punto dudoso o litigioso, conviniendo las partes voluntariamente en algún medio que componga y parta la diferencia de la disputa. Diccionario de la Real academia de la lengua española.

Al igual que en otras materias de la gestión política y programática del primer gobierno de la presidenta Bachelet, se tranzó con los sectores más conservadores de la élite política y militar, que siempre han menospreciado a Bolivia. Hay que recordar que una de las máximas de la cancillería chilena, decía que la mejor relación con Bolivia es justamente no tener relaciones.  Mas tarde, después de varios años de lentas, prudentes y silenciosas negociaciones entre los gobiernos de Bolivia y Chile, Piñera se encargó de dilatar y evitar cualquier solución, pasando por desechar en forma total la propuesta del gobierno de Bachelet. Hubieron varias reuniones, se formaron otras tantas comisiones, se fijaron reuniones entre los cancilleres, y se prometió una respuesta para noviembre de 2010, incluso con el gobierno de Brasil como facilitador de buena fe. Solo fue el montaje de una obra que nunca fue pensada para que tuviera un final feliz. Aquí quedó una vez más de manifiesto que la tan manoseada aseveración de política de Estado en materias internacionales nada importó al momento de las definiciones, y en cambio operó lo que siempre ocurre con la actividad política y el poder, que es la instalación de los respectivos proyectos ideológicos que cada uno sustenta.  (Carlos Gutiérrez . Centro de Estudios Estratégicos, Santiago - 2011)            
                
Para terminar, un par de valiosos testimonios chilenos luego del dictamen de La Haya: Judicializar la política exterior le ha hecho muy mal a Chile. Se deben construir lazos políticos, identificarse con la región, porque si seguimos así vamos a seguir aislados como lo hemos estado hasta ahora y eso implica una política de Estado dialogada en materia internacional, por sobre una de gobierno. (Maximo Quitral,  Santiago – 2015)                                                                                                         Bolvia no reclama el territorio perdido de Antofagasta. Pide una salida al mar, la que puede discutirse, mirando nuestros propios intereses. Eso es plausible. Es falso que los tratados sean intocables. Medio siglo después de la guerra de 1879 los países bálticos pasaron a formar parte de la URSS y casi medio siglo después vuelven a ser territorio independiente. Abundan los ejemplos. (Rodolfo Carrasco, Santiago - 2015)