lunes, 7 de octubre de 2019

LAS PRIMERAS FACTURAS DE LA HAYA



Se ha cumplido un año del fallo No. 49 del 1 de Octubre de 2018 del tribunal de la CIJ de La Haya que dejó inapelablemente a Bolivia sin ninguna “plausibilidad jurídica” en cuanto a la “obligación de negociar con soberanía un territorio para en el océano pacifico”. Luego de la sentencia, la respuesta diplomática chilena fue terminante: "Este fallo es fundamental para las relaciones internacionales de Chile, ya que cerró toda controversia que Bolivia pudo levantar respecto a su aspiración marítima” (Teodoro Rivera, canciller – Ministerio de relaciones exteriores de Chile - 3 de Octubre 2019) 
Y a partir de la sentencia, la cancillería chilena se dispuso a cerrar sistemáticamente cualquier intento de aproximación con Bolivia. 
El 25 de Julio del 2019 el Concejo Municipal de Arica, aprobó por unanimidad modificar el uso de suelo del terreno de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos en la avenida Diego Portales esquina Alejandro Azolas. La parcela cuyo comodato data de 1955 se encuentra sin uso hace más de 60 años. “Por años hemos sido demasiado benevolentes con el cumplimiento de los tratados internacionales…debemos recuperar un terreno por el bien de nuestra comunidad” pasando de ser una “zona de infraestructura energética  a ser una zona mixta” (para áreas verdes y viviendas)  “No se trata de una expropiación sino mas bien de una recuperación del uso de suelo”  (Gerardo Espíndola – Alcalde  de Arica – 25 Julio 2019)

Es bueno recordar que el 31 de enero de 1955 los estados han firmado el “Tratado de Complementación Económica Boliviano – Chilena”, que establece que “ambos gobiernos convienen en prestar las facilidades necesarias para la construcción y operación - por YPFB - de un oleoducto entre Oruro y Arica, que permitirá el suministro de petróleo, destinado al consumo chileno y a la salida de ese producto a otros mercados”. De “autorizar la construcción de 8 edificios para la operación y vivienda del personal”, y cuyo tenor señala además que: “La obra se edificara en terrenos fiscales chilenos signados con el lote N°2 de 3,5 hectáreas de la ciudad de Arica que se otorgarán a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos en concesión de uso gratuito y mientras dure la explotación del oleoducto y para la instalación de un estanque receptor de lastre”.
La única respuesta oficial boliviana fue la del presidente de YPFB Óscar Barriga, quien empequeñeció el impacto de la confiscación. “Ese es un espacio que no estamos utilizando, nuestra planta de almacenaje esta en otra área, esa superficie está en el centro de la ciudad por lo que no hay posibilidades de efectuar ninguna operación de combustible”, expresó. (Gente – 27 de Julio – 2019) El comodato sigue vigente sin que ninguna de las cancillerías aun (en especial la chilena) haya establecido las acciones publicas y futuras a seguir.





A fines del mes de agosto funcionarios de la policía de Investigaciones de Chile impidieron el acceso a territorio chileno del documentalista Miguel Hilari y del actor Urbano Mamani, cineastas bolivianos quienes habían sido invitados por el Festival “AricaDoc” a presentar su película Compañía”, con la que se cerraba una semana de funciones en el Teatro Municipal de esa ciudad. (Diario U de Chile – 25 Septiembre – 2019)  En palabras del director Hilari: “Al llegar al paso fronterizo de Chungará, la policía de Investigaciones de Chile nos negó el ingreso, alegando que Mamani no podía acreditar su estatus de turista”. “Intenté explicar que fuimos invitados a presentar una película, pero de muy mala manera el oficial Osvaldo Burgos me dijo que nos retiremos y que ahora con mayor razón nos negaría el ingreso a ambos, porque para eso necesitaríamos un permiso especial de la gobernación de Arica'" (El Mostrador 4 de Septiembre, 2019)  “Son de conocimiento público las habituales prácticas de discriminación, racismo y xenofobia que ejercen diferentes agentes del estado chileno en contra de ciudadanos provenientes de otros países. En este caso particular, nuestros invitados contaban con todos sus documentos oficiales para hacer entrada a Chile, sin embargo, de forma autoritaria y prepotente su ingreso fue rechazado sin mayor motivación que los propios prejuicios de los funcionarios involucrados.” (Asociación de Documentalistas de Chile - 3° Festival Internacional de Cine “Aricadoc” - 2019) No existe una aclaración publica de la cancillería chilena sobre el tema.




La terminal portuaria de Arica (TPA), concesionario privado de la Empresa Portuaria de Arica (EPA) mediante la nota No. 550 le hizo conocer a la Administración de Servicios Portuarios de Bolivia (ASP- B) el 1 de Julio del 2019, unilateralmente, las nuevas tarifas vigentes de su reciente “manual de servicios” que tendrían un incremento del 200% sobre las tasas vigentes antes de Julio del 2019 en el puerto. “Hasta hace poco la tarifa alrededor de US$30 por contenedor, fue incrementada a US$63. A esta cifra se le debe sumar US$120 – por contenedor - que cobra la Agencia de Servicios Portuarios Bolivianos. (Miguel Inzulsa – 8 de Agosto 2019  - El Concordia – Arica)
La posición boliviana es desconocer el nuevo manual de servicios por haberse impuesto de forma unilateral por parte del concesionario privado del puerto, sin la participación de la administración boliviana. Bolivia deplora las nuevas disposiciones mientras estas no sean "oficialmente convenidas mediante actos especiales entre los estados” como establecen los tratados. Ningún “acto especial” fue celebrado recientemente respecto al tema entre Chile y Bolivia en lo referido al libre transito boliviano por el puerto de Arica. El ultimo tarifario acordado en la tercera  acta  expiró en diciembre del 2013. La  chilena EPA transfiere  irregularmente sus obligaciones del libre transito a la empresa privada TPA, generando de paso, un incremento en el cobro por el servicio.

Chile aplica a la carga boliviana impuestos de valor agregado a las labores de la ASP-B. La administradora privada del puerto genera constantes demoras a la carga boliviana para atender el desconsolidado, retrasos por la falta de personal e infraestructura del TPA. Santiago impone obligaciones de fumigar contenedores en tránsito con carga boliviana a costos altos beneficiando a la una única empresa chilena que aprovecha esa condición en el puerto. Pese a que hay funcionarios bolivianos en puerto destinados a trabajar las 24 horas del día, los dependientes chilenos se niegan a cumplir turnos ampliados en horarios que incluyan además los sábados y domingos, retrasando aún más el despacho de la carga boliviana. El gobierno de Chile no permite que Bolivia revise la carga boliviana (a bordo) en el momento que llega una nave con carga de ultramar “en transito” para Bolivia, y la apertura de contenedores bolivianos precintados de exportación es una intromisión en el comercio exterior boliviano, quebrantando las obligaciones adquiridas (inciso b del Artículo V de la Convención sobre tránsito de 1937). Pruebas de estos atropellos han sido entregadas a Chile en el marco de la controversia iniciada en ALADI.  (Ministerio de relaciones exteriores de Bolivia – 4 Septiembre - 2015)

Luego de muchos encuentros y desencuentros; de la presunta decisión de la ASP-B del 26 de Septiembre de cerrar su ventanilla de atención y de inmovilizar la planificación de los despachos directos en el puerto hacia Bolivia en respuesta a la retención de la carga boliviana (por falta de pago por adelantado)  de parte de la TPA - Chile y de la amenaza de bloqueos de los transportista (El Concordia – 30 de Septiembre 2019  – Arica), la ASP-B y la EPA han acordado preliminarmente, liberar la carga retenida a partir del 2 de Octubre. 
1.400 camiones bolivianos detenidos por 14 días en el puerto emprenderán su viaje de retorno, previo pago de obligaciones devengadas. Los importadores, exportadores e industriales bolivianos, en  consonancia con la empresa TPA, se han agrupado en la idea de observar el “problemático” papel de la ASP-B y sugieren un nuevo modelo de concesión totalmente privada, donde la entidad boliviana dejaría de emitir cobro alguno para asumir un papel más verificador y fiscalizador, resquebrajando imprudentemente la letra y la sustancia del tratado de 1904. Queda todavía mucho por negociar. Ásperos y rígidos interlocutores para Bolivia. Gélidas respuestas chilenas a asuntos de interés bilateral.

Son las primeras cuentas y facturas para Bolivia luego del fallo de la corte internacional de La Haya. La mayor parte de nosotros no admite debajo de la piel, el dolor de tan grave perdida. Y aun sabiéndolo, casi todos sobrellevamos el duelo con ausencia y con asombrosa indiferencia.