domingo, 17 de mayo de 2015

1950 - LA NEGOCIACION MARITIMA ENTRE BOLIVIA Y CHILE


Sᴀɴᴛɪᴀɢᴏ 20 ᴅᴇ Jᴜɴɪᴏ ᴅᴇ 1950
De las citas contenidas en la nota que contesto, se entiende que el gobierno de Chile, salvaguardando al mismo tiempo la situación jurídica establecida en el tratado de paz de 1904, ha estado dispuesto a tener en cuenta en las negociaciones directas con Bolivia, la posibilidad de satisfacer la la aspiración del Gobierno de Su Excelencia y los intereses de Chile
En esta ocasión tengo el honor de informar a su excelencia que mi Gobierno será coherente en esa posición y, dentro de un espíritu de amistad fraterna hacia Bolivia, que está dispuesto a entrado formalmente en una negociación directa con el objetivo de encontrar el peso de la fórmula debe hacerlo posible conceder Bolivia un acceso propio y soberano al océano Pacífico y que para Chile para obtener una indemnización que no sea de naturaleza territorial y que toman en cuenta de manera efectiva sus intereses.
Hᴏʀᴀᴄɪᴏ Wᴀʟᴋᴇʀ Lᴀʀʀᴀɪɴ
Cᴀɴᴄɪʟʟᴇʀ ᴅᴇ Cʜɪʟᴇ

¿Imaginó usted distinguido lector, que alguna vez leería una nota oficial, de un canciller chileno en cualquier época de la historia de Bolivia?
¿Que Bolivia alcanzó semejante nivel en las negociaciones marítimas antes y unos años después de 1950, en gobiernos democráticos?

1̲9̲4̲3̲ ̲-̲ ̲F̲r̲a̲n̲k̲l̲i̲n̲ ̲D̲.̲ ̲R̲o̲o̲s̲e̲v̲e̲l̲t̲
La gestión de este episodio del asunto marítimo boliviano comenzó cuando el gobierno estadounidense invitó al presidente boliviano Enrique Peñaranda a visitar a los EEUU en 1943. El canciller Tomas Manuel Elio y el embajador boliviano de entonces Luis Fernando Guachalla Solares en cuya gestión se compró la “Mansión Blanca” como sede de la embajada de Bolivia en Washington asistieron a una extraordinaria reunión donde el Presidente Roosevelt sostuvo oficialmente que “No consideraba justo que el puerto de Arica tenga la tutela de un solo país y citó como ejemplo al puerto de Trieste en Italia. Que el creía que estos puertos - de ingreso a múltiples naciones - deberían internacionalizarse y estar bajo la administración de alguna forma de autoridad internacional, sin que el país que ostenta su soberanía, dejara de ejercerla” en una coyuntura tan cautivadora que de haber sido explorada con sagacidad por la diplomacia boliviana podría haber tenido un final afortunado. El memorándum norteamericano, firmado por el secretario de estado Cordel Hull a ambos países se lee así:
"El Gobierno de los Estados Unidos ha sido informado por S.E. el Presidente de Bolivia y su Ministro de Relaciones Exteriores, con ocasión de las conversaciones realizadas en la Casa Blanca el 5 de mayo próximo pasado, acerca del criterio con que su gobierno encara el problema de la mediterraneidad de Bolivia. Este criterio puede resumirse en los siguientes enunciados:
1. Bolivia, fiel a su tradición de respeto a los pactos internacionales, no desconoce la legalidad del dominio territorial que Chile ejerce sobre la costa del Pacífico de conformidad con los tratados públicos que tiene suscritos.
2. De otra parte, Bolivia mantiene sus legítimas aspiraciones a una salida soberana al Océano Pacífico por territorio que posee Chile y las fundamenta en razones de orden político, económico y de justicia internacional.
3. Bolivia propicia un entendimiento directo con Chile sobre bases que consulten las recíprocas conveniencias y los altos intereses de los dos países, sin propósito alguno de perturbar la armonía continental en la consecución de una salida soberana al mar"
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Y la respuesta chilena fue (como casi todas)
a) Que el Gobierno de Chile, en todo momento está dispuesto con el espíritu más amistoso, a estudiar y considerar las demandas bolivianas que busquen mejorar el régimen de tránsito, actualmente existente, para las comunicaciones de Bolivia a través de territorio chileno;
b) Que siendo, a juicio del gobierno de Chile, satisfactorias las condiciones en que se desenvuelve aquel régimen de tránsito, sólo puede corresponder al gobierno de Bolivia la iniciativa de dichas conversaciones; y
c) Que el Gobierno y la opinión chilenas consideran que entre Bolivia y Chile no hay cuestión territorial alguna pendiente ni posibilidad de sesiones territoriales del segundo en favor del primero, toda vez que el Tratado de 1904 ha finiquitado, de modo permanente, esta clase de cuestiones entre los dos signatarios".


La negociación quedo en el olvido, como en tantas oportunidades pues limitaba todo entendimiento a la buena voluntad del gobierno chileno.




1̲9̲4̲5̲,̲ ̲E̲l̲ ̲p̲o̲r̲q̲u̲e̲ ̲l̲o̲s̲ ̲t̲r̲a̲t̲a̲d̲o̲s̲ ̲s̲o̲n̲ ̲r̲e̲c̲t̲i̲f̲i̲c̲a̲b̲l̲e̲s̲
El 19 de Abril de 1945 en la reunión preparatoria para la fundación de las Naciones Unidas el senador norteamericano Arthur Vandenberg jefe de la bancada republicana sostenía en su enmienda que era posible la revisión de cualquier tratado entre naciones, que “El caso de Polonia, comprendía también el caso de Bolivia y creía por consiguiente que este país debería volver al Océano Pacífico mediante negociaciones, las que tal vez podrán llevarse a cabo como resultado de su enmienda. El embajador Victor Andrade Uzquiano (padre de Doña Lupe Andrade Salmón, ex alcaldesa de La Paz) fue parte de la negociación.
Por si alguno de nosotros lo durara, la enmienda Vandenberg (modificada con el tiempo) permite enmendar tratados firmados con anterioridad, y es parte del artículo 14 de la Carta de las Naciones Unidas.

A̲l̲b̲e̲r̲t̲o̲ ̲O̲s̲t̲r̲i̲a̲ ̲G̲u̲t̲i̲e̲r̲r̲e̲z̲
Enrique Hertzog Garaizabal, Medico cirujano en cuya administración se inició la construcción del hospital Obrero No.1 y se concluyo el edificio central de la UMSA, ocupaba la presidencia luego de ganar las elecciones generales con escaso margen inmediatamente después del brutal asesinato del presidente Gualberto Villarroel.
En Bolivia solo había un puñado de intelectuales “doctos”. Gente cuya educación universitaria y vínculos familiares los hacían imprescindibles.
El embajador en Chile: Alberto Ostria Gutierrez probablemente el diplomático boliviano mas refinado de todos los tiempos y el funcionario que mas destinos tuvo en la historia de las relaciones exteriores de la nación, inicio gestiones incansablemente desde 1948 a 1951.
De tez clara, rasgos finos, muy conocido en el medio internacional, abogado, escritor, internacionalista, altivo y jactancioso, fue tildado por Jose Antonio Arce como “Satuco” en honor a uno de sus famosos cuentos y por su propensión veleidosa en asuntos nacionales e internacionales.
Obsesionado con la tesis de Roosevelt sobre Arica y luego la del corredor de Truman, sostenía con convicción que parte de esa ciudad (excluido el radio urbano y el morro) podía ser objeto del acuerdo marítimo, y por dos veces la propuesta fue rechazada por La Moneda.
El canciller chileno, Germán Riesco Errázuriz, le puso como condición presentar un memorándum donde aclarara el alcance de sus opciones y las compensaciones territoriales ofrecidas por Bolivia, a cambio de una cesión que no incluyera a Arica.
El embajador Ostria Gutierrez; influenciado por sus amistades en el departamento de estado norteamericano, a pesar de sus pesares, saco a la luz el proyecto efectuado por el Ingeniero chileno Luis Lagarriegue Alessandri el cual contemplaba la captación de las aguas del lago Titicaca por medio del río Desaguadero, para luego ser llevadas a través de la construcción de un canal hasta cerca de la frontera chilena y, después, por medio de un túnel de doce kilómetros de extensión que atravesando la cordillera de los Andes desembocaría en la hoya hidrográfica del río Loa.
Esta caída, calculada en dos mil metros, sería productora de una gran cantidad de energía eléctrica, que se aprovecharía en los centros mineros e industriales y en las ciudades de Iquique y Antofagasta. Además, esta energía se utilizaría con fines de regadío en las pampas hasta hoy inhóspitas del norte chico chileno.
(Hay que recordar que en 1920, las mismas fuerzas republicanas conservadoras que en ese entonces estaban en el poder en Bolivia y de cuya procedencia era vastago Ostria Gutiérrez, habían derrocado al Presidente Gutiérrez Guerra con la excusa de haber intentado la misma clase de acuerdos territoriales)
Y que Bolivia a partir de ese acuerdo podría obtener al norte de Arica, una faja de terreno de un ancho de diez kilómetros, contigua a la frontera peruana y que correría del litoral hasta el límite, para que Bolivia se pudiera comunicar con el Océano Pacífico, a través de su propio territorio donde construir su puerto. El presidente Gonzales Videla y el embajador Ostria Gutierrez pensaron (con razón) que los EEUU irían a financiar gustosos el proyecto.
Alejado de la presidencia el Dr. Hertzog (por su propia renuncia) su vice presidente el Dr. Mamerto Urriolagoitia Harriague continuó sin mucho entusiasmo la negociación. Su gobierno obstaculizado por la oposición financiada y fomentada desde Buenos Aires por la cúpula del MNR, le privó de continuar idealizando el paisaje marino. Extremadamente conservador mandó apresar algunos dirigentes sindicales, los mineros respondieron tomando como rehenes a dos empleados extranjeros, a los que asesinaron poco después. La reacción oficial fue la intervención militar conocida en la historia como la matanza de Siglo XX. Uno mas de los innumerables nubarrones de plomo y de sangre sobre las paginas de la historia de Bolivia.

H̲a̲r̲r̲y̲ ̲S̲.̲ ̲T̲r̲u̲m̲a̲n̲.̲
El 12 de Abril de 1950, el presidente radical chileno fue recibido en visita oficial en Washington por el jefe de estado de los Estados Unidos. Harry S. Truman pensaba que el General Gabriel González Videla, presidente de Chile, era un paladín de la democracia en Sudamerica y la invitación del gobierno norteamericano fue muy llamativa. El propio avión US One recogió muy amablemente al dignatario desde Santiago.
Durante esa entrevista, Truman le manifestó su deseo oficial de patrocinar, financiar y contribuir el proyecto de la faja de terreno de 10 kilómetros de ancho para que Bolivia pudiera comunicarse con el océano pacifico.
Unos meses mas tarde, el presidente Truman en la cuarta reunión de consulta de ministros de relaciones exteriores en la OEA dijo textualmente:
“Las repúblicas americanas poseen asombrosas oportunidades para su desarrollo económico futuro. Estas posibilidades sólo pasarán a ser realidades trabajando y proyectando conjuntamente durante largo tiempo. Me agrada imaginar, por ejemplo, la posibilidad de desarrollar vastas e incultas regiones tales como las vertientes orientales de los Andes convirtiéndolas en fértiles terrenos de cultivo. Me agrada pensar en un proyecto acerca del cual hablé con el Presidente de Chile. Se trata de la desviación de las aguas procedentes de los lagos de las elevadas montañas que hay entre Bolivia y el Perú para convertir en vergel la costa occidental de la América del Sur, desde el Perú hasta Chile, y a cambio de ello, dar a Bolivia un puerto en la costa del Pacífico. Conversé muy agradablemente con el Presidente de Chile a este respecto y me complace pensar en lo que representaría”
El 19 de Julio de 1950, el el Presidente de Chile Gabriel Gonzáles Videla en declaraciones a la Revista “Vea “expresó:
Consecuente con la traición de la Cancillería chilena, y ratificando mi profundo espíritu americanista, nunca me he negado a conversar sobre la aspiración portuaria de Bolivia. Al asumir el mando, en 1946 el Presidente Hertzog, de Bolivia, me recordó la promesa, y yo, de acuerdo con una norma nunca desmentida por la Cancillería de la República, respondí al Mandatario boliviano que estaba acorde en abrir conversaciones sobre el punto propuesto"



Y a su vez el Presidente Truman en una entrevista efectuada por la revista Chilena “Ercilla” afirmó:
"P̲r̲e̲g̲u̲n̲t̲a̲:̲ Señor Presidente, hoy día hay una noticia de Sudamérica, que dice que Chile está listo a conceder a Bolivia un corredor hacia el mar y que Ud. aprueba dicha idea. ¿Podría Ud. darnos algunos comentarios al respecto?"
P̲r̲e̲s̲i̲d̲e̲n̲t̲e̲ ̲T̲r̲u̲m̲a̲n̲:̲ ̲ Esto fué discutido cuando el Presidente de Chile estuvo aquí. Es un asunto entre Chile y Bolivia. No requiere de la aprobación del Presidente de los Estados Unidos. (Risas).
P̲r̲e̲g̲u̲n̲t̲a̲: ¿Pero, a Ud., le gusta esta idea?.
P̲r̲e̲s̲i̲d̲e̲n̲t̲e̲ ̲T̲r̲u̲m̲a̲n̲:̲ Sí, me gusta muchísimo".
En Santiago, en La Paz y en Lima se abrieron agrias disputas sobre lo enunciado muy alegremente y con escasa precaución.

En Lima el entonces presidente de la republica General Manuel Arturo Odria Amoretti reaccionó de inmediato, Peru nunca fue consultado.
1.- El Gobierno peruano no ha sido informado hasta la fecha por los Gobiernos de los países interesados de ninguna gestión sobre la salida al mar de Bolivia, y por lo tanto, considera que las declaraciones de los presidentes de los Estados Unidos, señor Truman y de Chile, señor González Videla, solo reflejan la opinión personal de dichos mandatarios;
2.- El status territorial de la frontera entre el Perú y Chile está determinado por el Tratado de 1929 y su Protocolo Complementario, y ninguna modificación o alteración puede hacerse sin la participación y asentamiento del Perú;
3.- Las aguas del Lago Titicaca pertenecen en condominio indivisible al Perú y Bolivia y su disposición y utilización competen exclusivamente a estos dos países


En La Paz, la reacción mas acida fue la del patricio Don Franz Tamayo Solares, sus letras son leídas aun con gran deferencia:
“Chile pide compensaciones por el negocio que propone. Después de haber sacado una montaña de oro por 71 años en el litoral boliviano, aun pide compensaciones, Es preciso que todo el continente conozca esta demanda de compensaciones.
La riqueza hidrográfica de un país hace parte consustancial de la riqueza territorial, igual que la sangre al cuerpo. Tomar las aguas y pretender que no se toca el territorio; sacar la sangre y pretender que no se toca el cuerpo, es querer cubrir un crimen con una estupidez”

Los líderes del MNR todavía jóvenes e inmaduros también expresaron su desacuerdo aunque con el pasar de los años modificaron su pensamiento radicalmente. Aun los hechos históricos no terminan de esclarecerse en tu totalidad, y la negociación se paralizó.
Es curioso como historiadores chilenos de verdad incierta como Oscar Espinoza Moraga escribiera sobre los intereses chilenos “ A nosotros, no nos conviene que la cuestión del puerto de Arica tenga solución inmediata, sino mas bien postergarla para el futuro”
Algo de razón tendría pues los territorios chilenos sin el comercio boliviano, languidecerían hasta quedar baldíos y despoblados, ademas de agotarse el ventajoso negocio portuario para el erario chileno. Ostria Gutierrez fue siempre muy proclive a complacer los arranques y ocurrencias de Santiago. Exiliado en Chile luego de la Revolución Nacional de 1952, opuesto francamente al gobierno revolucionario, cumplió tareas bien remuneradas en la Editorial Zig - Zag y murió en Santiago en 1967.
Nunca en la historia de gobiernos democráticos la negociación llegó tan lejos y tan exitosamente entre ambos paises hermanos.
Algunos avances significativos se produjeron en 1961 pero eso es motivo de otra jugosa crónica futura, aun mejor documentada.

"El Diario", 16,17 y 18 de Diciembre 2017