sábado, 8 de julio de 2017

Cosas de los Abuelos

        


  Hacen como sesenta años, un muy distinguido parlamentario boliviano le encomendó a su secretario de cámara la confección de un informe sobre un asunto fronterizo. El parlamento boliviano brillaba lleno prestigiosos intelectuales. Moros y cristianos, cada cual en su bando, fingiendo desde sus curules batallas interminables con sus iguales en discordia sin mayor empeño que la gloria filosófica del triunfo especulativo y el servicio a la patria. El secretario (en ese entonces mi abuelo paterno) redacto un apunte breve y sustancioso. El presidente de la asamblea la leyó y sin dudar la despedazo en mil partes, se sentó el mismo en la maquina de escribir y la redacto una nueva con un estilo y elegancia que aun en estos días causaría admiración y sorpresa. Luego de estudiar casi toda su obra, me animaría a redactar alguna sobre los temas limítrofes actuales, siguiendo sus sorprendentes peculiaridades.

“Dos funcionarios de carabineros chilenos de la segunda comisaría de Pozo Almonte fueron detenidos y capturados en territorio boliviano en el hito 52, muy cerca de la mina Collahuasi, departamento de Potosí, cuando ingresaron (imaginamos involuntariamente) a territorio boliviano. Bolivia que es una tierra pacifica, ha aplicado estrictamente las regulaciones vigentes para el recibimiento, la asistencia y el auxilio de los detenidos. A diferencia de los funcionarios bolivianos recientemente liberados por la hermana  de Chile, estos miembros de carabineros de Chile, han recibido de un trato digno y respetuoso, sin evidencia alguna de golpes o vejaciones. Los detenidos serán escuchados y atendidos mientras el órgano judicial boliviano emita su propio criterio. El comunicado oficial, es que los ciudadanos detenidos son indagados por los delitos de: Porte ilegal de armas de fuego, intento agravado de fuga, transgresión indebida del territorio boliviano y serios indicios de que hubieran incurrido en los delitos de piratería y contrabando.

La frontera es un laberinto permeable donde los limites son apenas un guiño geográfico y el que no cae, resbala, para unos y para los otros. Bolivia no ignora las numerosas misiones oficiales, encomendadas por Chile ingresaron a territorio boliviano sin la autorización boliviana en el pasado, incursiones en las que inclusive se aventuraron a construir obras de mampostería de piedra labrada y angular, pequeñas y medianas acequias, conductos de rocas de pizarra con arcilla y limo, desagües y taludes subterráneos y obras de cause en los bofedales bolivianos del Silala sin el completo consentimiento boliviano.

En señal de amistosa reciprocidad, las autoridades bolivianas seguirán puntillosamente lo recomendado por el señor canciller chileno: “Quien ingrese a Bolivia ilegalmente o intente ejercer actos de soberanía en nuestro territorio se va preso” y recomendará a la comunidad internacional seguir las insinuaciones del distinguido señor ministro de relaciones exteriores chileno al respecto “Chile llevará a sus legaciones diplomáticas variadas solicitudes contra Bolivia. Todas, sin embargo, tienen un denominador común: son falsas. Chile falta a la verdad, manipula información y ofende a las autoridades y al pueblo boliviano”. “A Bolivia no se le amenaza”.

Bolivia el 29 de Agosto del 2016, usando el irrestricto recurso de fraternidad y solidaridad diplomática, y en adhesión a la centenaria amistad entre ambos pueblos, sin mayor tramite ha restituido a su país a otros dos funcionarios chilenos de carabineros luego de ser capturados y transgredir la soberanía boliviana. Gesto que no ha sido correspondido adecuadamente ni ha estado a la altura del actual gobierno chileno.
La justicia boliviana tiene sus propios procesos para respetar plenamente los derechos de los detenidos, permitirles asistencia jurídica y familiar, pero observará el ingreso de cuanto delgado chileno pretenda asistirlos y emita algún criterio “injurioso” y responderá con gran altura el requerimiento de cuanto funcionario invoque asistencia usando la misma formula “excúseme colega, excúseme, señor, pero eso en Bolivia no se puede hacer. Los (parlamentarios, ministros, secretarios) no nos podemos inmiscuir en este tipo de materias respecto a los detenidos en Uyuni.
El problema es con el gobierno chileno, nunca con su pueblo con el que Bolivia guarda una enorme, fraterna y centenaria amistad.

Bolivia tiene una transparente vocación intregacionista y humanitaria. Respeta profundamente a sus hermanos y vecinos y a diferencia de los representantes políticos que dicen interpretar al pueblo chileno, pondera con cautela todo limite colindante entre ambas naciones en el esfuerzo de resguardar meticulosamente los bordes divisorios que separan ambos pueblos. 

Y a pesar de sus sentimientos de aflicción por lo sucedido con sus compatriotas hacen apenas unas semanas cree firmemente que los funcionarios detenidos serán sin duda reintegrados a su patria a la brevedad posible, no serán transcendentes ni su conducta ni sus antecedentes, ni la recaudación de los bienes embargados, ni la retribución que semejante infracción amerite. El pueblo de Bolivia no es rencoroso ni esta resentido con el pueblo chileno. No le enorgullecen sus conquistas militares ni se inmiscuye en las gestiones o propósitos soberanos e internos del gobierno de Chile.

Los múltiples canales y las agendas que unen a ambos estados persisten, y deberán seguir por necesidad, atentas y vigorosas, es innegable que hay innumerables manifestaciones en favor de la amistad y la hermandad entre ambas naciones. Enemistar a la vecindad es indeseable, aun cuando sus inquietudes e intereses estén en discordia y es ineludible volver a reencontrar las centenarias vías del acercamiento entre ambos pueblos desarrollando creativamente opciones de beneficio mutuo, respetando con mesura los puntos de distanciamiento, bajando el tono y honrando sutilmente y a largo plazo los tradicionales y prudentes modales del ejercicio diplomático.


Nuestra señora de La Paz, 8 de Julio del 2016 
Firmado. Presidente. Cámara de Representantes

Cosas del siglo pasado, llenas de innecesario recelo, precaución y cautela