Un día como hoy, hacen muchos años, mi padre, el Dr. Raul Alcázar Velasco publicaba su primera cronica en el periódico “Ultima Hora” con el pseudonimo de “Sisifo”
Profesor emérito de su especialidad, decano “emeritus”, rector de la universidad de San Andrés, Embajador de la República, presidente de la corte electoral de La Paz, premio nacional de cuento y academico de la lengua entre otras travesuras, por casi 7 años deleitó a sus lectores con sus crónicas quincenales y a veces mensuales en aquel vespertino y luego por muchos años en las paginas de “El Diario” matutino de circulación nacional.
Dueño de una narrativa incomparable, Sisifo, descendiente de sangre y letras de “Píndaro” mi abuelo Moises Alcazar Iturri secretario privado del presidente Busch, aprendiz de brujo de Don Franz Tamayo, tirasaco de Don Alcides Arguedas, gran editorialista, historiador consagrado, director de “El Diario” por casi 20 años, oficial mayor de la cámara de Diputados, Embajador de la República, Académico de la lengua, ministro consejero y embajador de la republica, y sin rubor el mejor narrador de la historia de la nación.
Sísifo es la encarnación del hombre absurdo porque no tiene esperanza: conoce la amplitud de su miserable condición. Sin embargo, esta consciencia que debiera ser su tormento, consagra al mismo tiempo su victoria. Su destino le pertenece. Su roca es su casa. Cada uno de los granos de esa piedra, cada fragmento mineral de esa montaña llena de noche, forma por sí solo un mundo. Albert Camus termina: «hay que imaginarse a Sísifo feliz».
La lucha por llegar a las cumbres basta para llenar un corazón de hombre.
Y ambos, ya desaparecidos, mi abuelo y mi padre llenaron su corazón y el mío con su lucha inquebrantable por hablar, escribir, narrar y ensayar de manera exquisita el idioma castellano.
Para los que les sobrevivimos, las Marías (por Maria del Pilar, Maria Elena y Maria del Carmen) y Angel Guillermo y quien escribe (los varones de la casa), solo nos queda el honor de poder compartir ocasionalmente bosquejos de crónicas, relatos, historias y semblanzas.
Testimonios que de vez en vez, tibiamente compartiremos con nuestros ocasionales lectores.
Pedirles a ellos, leedores amigos y desconocidos que nos regalan el privilegio de visitarnos, con suplica la gracia de su cortesía y la gratitud por ojear de tanto en tanto estas palabras.
ESTAS PALABRAS / MIS PROPIAS PALABRAS/ MIS VOCES DE LUNA Y CAMPANAS / EL BORDE MISMO DE MIS LETRAS / MIS ORIGENES. MI CANTO/ NO SON DE AHORA / DE ESTOS DIAS / DE LA TROVA OCASIONAL DE MI GARGANTA.
NI SIQUIERA ACCEDEN /DE UNA NOSTALGIA/ O DE ADMINISTRAR MI ACENTO / O DEL APLAUSO DEL VIENTO/ DESPEINANDO LAS VENTANAS.
SU ADVENIMIENTO / FUE LABORIOSO. LENTO.
ANDUVIERON CONMIGO/ MESES. ANOS / SOBRE LA TIERRA / SOBRE LA NOCHE.
SOBRE LA SEPULTURA TEMBLOROSA DEL SOL EN EL MINUTO DEL OCASO.
RECORRIENDO / ARTICULANDO, EL ALFABETO.
SE LEVANTARON DEL FRIO/ DE MIS DOLORES. DEL FIRMAMENTO/ DESMORONANDOSE EN MI SANGRE / FORMIDABLES / VICTORIOSAS / RESUCITANDO EN MI CENTRO.
MI PASO / MI HUELLA / MIS GARABATOS / VINIERON CONMIGO / REPLETOS DE REVERENCIAS.
PARA TERMINAR ENTRE MI BOCA / COMO UNA AMENAZA, COMO UN ESTAMPIDO,
EN LA MITAD DE LA INFANCIA.
MI NINEZ FUE CASI SIEMPRE MEDITERRANEA / PRISIONERA DEL PARAMO Y DE SU PAISAJE / DEL ESCANDALOSO SOL DE LAS ALTURAS/ DE LA LADERA ANDINA Y DE SUS CICATRICES / DE LA FAMILIA DEL INVIERNO Y LA INTEMPERIE.
EN ESE ENTONCES NECESITABA SER NOCTURNO. AMANECIDO. UN ESCANDALO.
ES QUE ACABABA DE LLEGAR DE CRECER MIRANDO AL CIELO Y DE APRENDER A ENTONAR DESDE MIS LABIOS LA ESCALERA DE LAS ODAS Y DEL SONETO / LAS VOCALES Y SU CADENCIA MISTERIOSA.
CUANDO FINALMENTE ACUDIERON A MI VIDA: MIS PALABRAS. GOLPEANDO COMO UN RELAMPAGO.
TARTAMUDEANDO ARCOIRIS ECUATORIALES. ALUNIZAJES. ARCHIPIELAGOS, CLAVELES.
MIS PRIMERAS PALABRAS
NO ESTABA SOLO. LAS ESTABAMOS ESPERANDO. DESDE MI ALMA. MIS DEMONIOS. MIS RAICES
ME ACOMPANARON TEMBLANDO, MIS PARPADOS. MI SANGRE. MI MEMORIA.
LA ESTIRPE SONORA DE MIS ABUELOS. MI MADRE, SU PIANO Y SU INTERMINABLE ABRAZO.
MI VIEJO Y EL PRELUDIO DE SU OTONO ILUMINADO. LAS PAGINAS DE SANGRE EN NUESTRA HISTORIA.
LA PALABRA DE SU GESTA. LA PROCREACION DE SU CANTO.
TODOS, JUNTOS. CONGREGADOS.
A CAPPELA.
SILBANDO CON EL ABECEDARIO
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