miércoles, 10 de febrero de 2016
2016, la Agenda Diplomatica Boliviana
"Para los que consideramos que el fallo preliminar de La Haya ha sido la coyuntura mas significativa del 2015 para las relaciones exteriores de Bolivia y que en febrero será publica la “nueva estrategia “de la diplomacia boliviana, hay un par de apuntes para citar con el fin de aportar unas reflexiones en la construcción de la renovada doctrina nacional.
Las buenas relaciones con nuestros vecinos mas cercanos han dejado en los últimos años asuntos pendientes por perfeccionar. Pese las numerosas insinuaciones de los investigadores y los entendidos y la sobresaliente gestión del embajador Gustavo Rodríguez Ostria, hay cicatrices en los lazos de amistad con Perú que aun no terminan de cerrar. El asunto Belaunde tan indecorosamente tratado estratégicamente por Bolivia, la postergación indefinida de la firma del protocolo complementario de Ilo y la intención de Lima de excluir a Bolivia del proyecto del tren bioceánico a pesar del muy exitoso gabinete binacional son fruto de estos antagonismos.
La investidura del ingeniero Mauricio Macri en Argentina a pesar de ser elogiada por el presidente Morales fue calificada como adversa para Bolivia al divulgar sin previsión diplomática, la deuda del gas de Buenos Aires para con YPFB. Y aunque son publicas las excusas presidenciales bolivianas, es inocultable la incomodidad ideológica respecto a la administración de Macri, así como es conocida la tendencia general de los estados del Rio de la Plata, en particular de Argentina, de profundizar sus relaciones con la Alianza del Pacifico, de la son firmantes Perú y Chile y a la que ven con buenos ojos, sobre todo de crecimiento económico, y así lo han hecho saber luego de la décima cumbre en Paracas.
Con Brasil las gestiones tampoco han sido del todo favorables. La empecinada determinación boliviana de mantener en calidad de refugiado intransferible al exsenador Roger Pinto por tanto tiempo en la embajada en La Paz y de evitar tercamente su salida, ha privado a ambos estados del intercambio de fraternales relaciones diplomáticas y de embajadores por un par de largos años. Las controversias internas de la presidenta Rousseff y las poco prudentes acciones bolivianas en cuanto a limitar el flujo de sustancias controladas por la inmensa frontera común, han originado que el impulso boliviano en Brasil haya empalidecido tan notoriamente que como en el caso peruano, inicialmente, no se contemple incluir a Bolivia en el proyecto ferroviario bioceánico. La reciente visita del presidente Morales a Brasilia está orientada sin duda a renovar y a encumbrar el proyecto. Esperemos todos que la fragilidad de la administración de la presidente Rousseff no concluya como muchas otras gestiones, con la prescripción las pretensiones nacionales.
El desmentido publico (en Chile) del presidente Correa respecto a sus declaraciones referidas al asunto marítimo boliviano en Tiquipaya, ha dejado en claro la posición ecuatoriana en cuanto al supuesto respaldo a las aspiraciones marítimas bolivianas. Algo similar sucede con Uruguay una vez que uno de los mas entrañables embajadores extranjeros de Bolivia, el expresidente Mujica ha concluido su mandato, la simpatía con Bolivia parecería languidecer. Mas aun luego de la reciente liberación del abogado cruceño Alejandro Melgar, recluido en Montevideo desde el 2012 por el caso Rozsa y al que Uruguay se ha negado a extraditar en una resolución final de su tribunal de apelaciones.
Hay que recordar que aun no se ha nombrado embajador de Bolivia en la Vía Di Porta Angélica del Estado Vaticano en una omisión que podría inclusive nublar nuestras bienaventuradas relaciones con el Santo Padre, tan preponderantes en estos días.
Pese a los enormes avances de la agenda común con Asunción, el congreso paraguayo mantiene aun en la memoria, la indiscreta postura boliviana respecto a la destitución (constitucional) del expresidente Lugo y el innecesario refugio y protección en Bolivia a los prófugos acusados de asesinar a la hija del que fuera primer mandatario Raul Cubas, hace unos años. El asilo político de Paraguay al exprefecto de Tarija Mario Cossío; su aparición en actos oficiales del parlamento paraguayo junto a la esposa del apresado líder opositor venezolano Leopoldo López hacen apenas unas semanas y la fuga “al monte” del que fuera embajador de Bolivia en el palacio de los López en Asunción Rosendo Alpire Nominé por asuntos relacionados al Fondo Indígena, reflejan el carácter actual de la vecindad boliviano – paraguaya.
Con la cancillería colombiana los argumentos bolivianos tampoco han sido lo suficientemente convincentes como para que Bogotá modifique por ahora su adversa posición respecto a la demanda marítima boliviana en las asambleas de la OEA, pese a los buenos oficios de Colombia en los asuntos de interés hemisférico y a los rumores bolivianos de su probable mediación en el asunto hacen algunos años. La percepción general del gobierno boliviano de calificar a la administración de Bogotá de neoliberal y a la decisión (soberana) de Colombia de mantener bases militares estadounidenses en su territorio como reprochable, han influido sin duda decisivamente en esa resolución.
La visita del embajador en misión especial chileno, el historiador ariqueño de raíces aimaras Gabriel Gaspar Tapia afirmando que ambos Estados tienen aun “muchos temas pendientes por tratar” no ha sido debidamente reclutada por Bolivia, mostrándonos una vez mas que la política exterior boliviana requiere segundas y terceras lecturas de los códigos mas simples, antes de emitir declaraciones oficiales poco reflexivas. La postura del emisario chileno influenciado sin duda por el foro de Sao Paulo (agosto 2014), ha iniciado probablemente una nueva etapa preparatoria en Chile en vistas de una futura y seguramente obligatoria negociación, a la que estamos prestando y poco el sentido del tacto.
Sin duda los estudiosos del tema echaremos de menos los consejos y las recomendaciones del que fuera el mas destacado erudito en los tiempos que corren en el asunto marítimo, el recientemente fallecido embajador Don Armando Loaiza Mariaca, asi como la aparente inasistencia totalmente injustificada a las reuniones preparatorias del equipo jurídico boliviano del expresidente y vocero Carlos Mesa que se efectúan en estos días.
André Maurois escribiera que la diplomacia es “el arte de exponer la hostilidad con cortesía, la indiferencia con interés y la amistad con prudencia”. La importancia de su práctica radica en la versatilidad de los funcionarios, cuyas actividades giran en torno a la generación de información seria y desinteresada, la minimización de las fricciones potenciales entre los países, evitando con prudencia los numerosos escollos de la política interna y promoviendo el fomento de las relaciones amistosas entre los Estados soberanos.
De esas materias y de otros silogismos, es que las relaciones exteriores bolivianas deben reflexionar en las próximas reuniones de Febrero.
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