miércoles, 28 de septiembre de 2016

Si el Silala Fuera un Rio


  



 Si los bofedales del Silala fueran un rio; las obras de la mampostería de piedra labrada y angular, las pequeñas y medianas acequias, los conductos de rocas de pizarra con arcilla y limo, los desagües y taludes subterráneos, las obras de cause y los vertederos existentes en el área no fueran necesarias.
El agua transcurriría espontánea naturalmente hacia tierras mas bajas y lo hubiere hecho desde hacen siglos sin intervención humana.

Las conjeturas chilenas de que en  el área del Quetana habían cuantiosos recursos hídricos provenían de dos origenes, muchos años antes de la invasión chilena a Bolivia: Del contrato con el geólogo francés Pierre Joseph Aimé Pissis quien al concluir su misión para el gobierno boliviano y en su retorno a Europa fue comprometido por el gobierno de Chile mientras era ministro Manuel Camilo Vial. Su relación con el gobierno chileno se extendió por 20 años y se inició el 10 de Octubre de 1848.  Custodiado por fusileros, recorrió palmo a palmo no solo el territorio chileno sino también, sin ataduras y libremente, el territorio boliviano como lo atestigua su texto “Geografía física de la republica de Chile” (Instituto Geográfico de Paris – Ch. Delagrave - 1875) que se constituye en un importante antecedente de la avidez chilena por los recursos acuíferos bolivianos. Sus reportes fueron especialmente valiosos por las descripciones de los ríos Lauca, Caquena y Uchusuma a los que posteriormente Chile desvió - hasta el día de hoy - sin la anuencia boliviana.


Y de los contradictorios estudios patrocinados por Santiago del ingeniero ingles de ascendencia neozelandesa Josiah Harding  publicados en el trabajo “El desierto de Atacama, Bolivia” (Journal of the Royal Geographical Society, 1877 Vol. 47) Harding fue funcionario de la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, designado luego para construir el ferrocarril de Antofagasta a Bolivia, empresa de la que mas tarde  fue gerente general. Sus descripciones “Bolivia es un país poco conocido” y las de su compañero de publicaciones, el comandante de la marina inglesa, casado con la dama chuquisaqueña Herminia Williams, George Musters  “El rey de la Patagonia”, quien adjuntara a sus mapas este texto: “El departamento marítimo de Atacama contiene los puertos de Tocopilla, Mejillones y Antofagasta, puede ser considerado como un anexo sin importancia para Bolivia excepto como una salida distante y bastante inaccesible” (George Chaworth Musters - Notas de Bolivia y Mapas originales - Journal of the Royal Geographical Society, 1877 Vol. 47) son sintomáticas del afán de Chile por marginar geográficamente a Bolivia.

Los curiosos mapas de Harding (usados en la demanda chilena por el Silala en La Haya) fueron ordenados por Chile para demarcar el pacto de tregua de 1884 “son tremendamente contradictorios, sugieren que la región esta surcada por innumerables ríos, algo difícil de comprender si toda el area es un desierto. ¿Dónde comienzan los ríos y donde terminan? Los ríos parecen tener un final súbito, en ninguna parte, en cañones o curiosamente en las minas de salitre o los salares” y su trabajo tiene “curiosas similitudes con las descripciones bíblicas: Llano de la paciencia,  Cerro solitario” (Mapping Latin America  - Jordana Dym y Karl Offen – Universidad de Chicago – 2011)
"En 1886, Josiah Harding, sin autorización del Gobierno de Bolivia, procedió a excavar zanjas con pendiente, para hacer posible el escurrimiento de aguas inmóviles de los bofedales y llevarlas al “nuevo” territorio chileno para el llenado de los calderos de las locomotoras de vapor" (María Piedad Allende Edwards - Historia del Ferrocarril en Chile – Santiago - 1993)

Si el Silala era un río no había  razón para  que Chile ordenara, aun en plena  guerra, la confección del Informe sobre el “Estudio minero y agrícola de la región comprendida entre el paralelo 23 y la laguna de Ascotan”, o la “Carta Geográfica de los territorios de Atacama y Lípez de 1.888” efectuados por el ingeniero Samuel Valdés Vicuña que fueron “encargados expresamente por el entonces ministro de interior chileno Jose Manuel Balmaceda mediante decreto supremo de 22 de Mayo de 1883” (Eulogio Gutierrez, Chuquicamata, Tierras Rojas – Santiago - 1926)
O bien las “Memorias sobre las cordilleras del desierto de Atacama” comisionadas por el mismo ministro a Alejandro Bertrad en 1885.
Todas estas tareas fueron ordenadas por Chile y tuvieron lugar en territorio boliviano sin el conocí miento (oficial) de Bolivia y antes del tratado de 1904.





 
 Si el Silala fuera un rio y llegara de manera natural y desenvuelta hasta territorio chileno, por gravedad, como afirma La Moneda, ¿Cual seria la razón por la que Chile simplemente no obtuvo sus aguas mediante aducción en su propio territorio? Bolivia no tenia absolutamente ningún papel que jugar, y aun permanece ajena a esa artimaña.

Si el Silala fuera un rio, porque el 4 de Julio de 1908 The Antofagasta (Chili) and Bolivia Railway Company Limited, antes la Compañía Huanchaca de Bolivia (de la que fue accionista mayoritario Aniceto Arce, entre otros empresarios bolivianos) solicitó el uso de esas aguas al gobierno de Bolivia, si podía simplemente usarlas en su territorio sin autorización boliviana.
Si se trataba de aguas de “curso internacional”.  Habra que preguntarse en que lugar esta empresa obtenía las aguas para el uso de las locomotoras y para la provisión de agua potable (como negocio adjunto) de las ciudades de Antofagasta, Mejillones, Calama y Topopilla. ¿En territorio chileno? No, en territorio boliviano.

Si el Silala fuera un rio ¿Por qué el documento firmado por el Presidente de la Junta Municipal de Sud-Lípez establece: ”Que las vertientes de agua del Siloli están en el Vice – Cantón de Quetena de esta provincia, lugar desierto sin que haya propietarios, ni que dicha adjudicación pueda perjudicar a ninguna tercera persona, y es de dominio público y la compañía de ferrocarriles puede usarlas sin cobro alguno” (Isaias Peres, Presidente - Francisco Vargas, Secretario - Junta Municipal de Sud Lípez- 9 de Agosto de mil novecientos ocho)

Si el Silala fuera un rio, hasta ahora es un misterio el porque todos los funcionarios prefecturales que firmaron la “concesión” a la compañía de ferrocarriles fueron interinos y accidentales y estos mismos “burócratas transitorios” autorizaron a la Bolivia Railway Company el 20 de Julio de 1908 a efectuar “obras de captación y de canalización, en dichas dichas vertientes, aunque con costo crecido” asegurando ademas que “la empresa proyecta ejecutar esas obras para utilizarlas en el servicio de su línea”

Hace poco el geógrafo de la Dirección de Fronteras y Límites (Difrol) de la cancillería chilena, Alejandro Simón Ahumada Cáceres, quien fuera parte de la delegación chilena en La Haya especialista en temas limítrofes y territoriales del ministerio de relaciones exteriores de Chile reconoció que "existen canales artificiales en el Silala, un manantial". Criterio que no comparte el señor ministro secretario de gobierno chileno Marcelo Diaz Diaz quien ha afirmado tozudamente que "Chile tiene muy claro y sabe muy bien cómo defender sus derechos dentro y fuera de sus fronteras". (24-Mar-2016)       
Esperemos que estos documentos lleguen pronto hasta sus manos.


"Animal Politico" La Razon,  25 de Septiembre, 2016




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